El texto analiza la situación actual del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y los desafíos que enfrenta para brindar atención médica de calidad a sus derechohabientes. El autor, un analista en temas de salud y ex titular de la Unidad de Atención Médica del IMSS, utiliza datos oficiales y herramientas estadísticas para evaluar la evolución del sistema de salud del IMSS desde 1985 hasta 2023.
Resumen
El IMSS ha experimentado un crecimiento significativo en el número de derechohabientes, pasando de 32 millones en 1985 a 76.7 millones en 2023. Sin embargo, este crecimiento no ha ido acompañado de una expansión proporcional en la infraestructura y la capacidad de atención primaria.
La pérdida de confianza en los servicios del IMSS ha llevado a muchos asegurados a buscar alternativas en el sector privado, lo que se refleja en la disminución del número de personas adscritas a una Unidad de Medicina Familiar (UMF).
La infraestructura del IMSS ha experimentado un estancamiento significativo, con una disminución en el número de camas censables, médicos y enfermeras por cada 1000 derechohabientes.
La caída en los estándares de atención se acentuó en la década de 1990 debido a las políticas neoliberales que redujeron los recursos destinados al IMSS.
El análisis estadístico muestra una tendencia de estancamiento o disminución en el número de consultorios, quirófanos, laboratorios clínicos y gabinetes radiológicos por cada 100 mil derechohabientes.
El número de cardiólogos, pediatras y cirujanos generales por cada 100 mil derechohabientes también ha mostrado una tendencia a la baja en los últimos años.
El IMSS está lejos de cumplir con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en cuanto a la proporción de médicos y enfermeras por cada 1000 habitantes.
Las proyecciones indican que la población derechohabiente alcanzará los 82 millones en 2030, mientras que el número de adscritos a una UMF continuará disminuyendo.
La próxima administración de la Dra. Claudia Sheinbaum tiene la tarea de recuperar el IMSS mediante la construcción de nueva infraestructura, la contratación de personal de salud, la mejora del trato al usuario, la modernización de las Tecnologías de la Información y una nueva participación regulada con el sector privado.
Conclusión
El IMSS enfrenta una crisis estructural que requiere una acción urgente por parte del gobierno. La recuperación del IMSS es fundamental para garantizar la atención médica de calidad a la población mexicana. La próxima administración deberá asumir la responsabilidad de invertir en la infraestructura, el personal de salud y la modernización del sistema para evitar un deterioro aún mayor en la atención médica.
