Bolivia gira a la derecha

Este texto de Andrés Oppenheimer, publicado el 7 de agosto de 2025, analiza el panorama político en Bolivia de cara a las próximas elecciones, sugiriendo un posible cambio de rumbo hacia la centroderecha tras años de gobiernos de izquierda.

Un dato importante es que Samuel Doria Medina lidera las encuestas con un 24% de la intención de voto.

📝 Puntos clave

• Las elecciones en Bolivia del 17 de agosto podrían marcar el fin de 20 años de gobiernos populistas de izquierda.
• La crisis económica en Bolivia, con inflación y escasez, favorece a candidatos que proponen una economía de mercado y acercamiento a Estados Unidos.

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• Samuel Doria Medina, empresario, lidera las encuestas, seguido por el ex Presidente Jorge "Tuto" Quiroga.
• Ambos candidatos prometen recortar el gasto público, atraer inversiones y distanciarse de Venezuela y Cuba.
• Doria Medina congelaría relaciones con Caracas y La Habana, buscaría inversiones en Brasil y mantendría a Bolivia en el bloque BRICS.
• Quiroga rompería relaciones con Venezuela, Cuba y Nicaragua, buscaría un paquete de rescate internacional con Estados Unidos y acuerdos comerciales con socios europeos y asiáticos.
• Evo Morales ha pedido a sus seguidores que voten en blanco, lo que podría complicar la primera vuelta.
• La crisis económica hace probable que un candidato de centroderecha gane la presidencia.

Lo malo y lo bueno 👎👍

¿Qué aspectos negativos se pueden identificar en el panorama político boliviano descrito por Oppenheimer?

La principal preocupación radica en la inestabilidad política generada por la posible injerencia de Evo Morales, quien, a pesar de enfrentar cargos y órdenes de arresto, aún tiene influencia y podría desestabilizar el proceso electoral al pedir el voto en blanco. Además, la dependencia de un rescate financiero externo, como el propuesto por Quiroga, podría generar nuevas vulnerabilidades para Bolivia.

¿Qué elementos positivos destaca Oppenheimer en el posible cambio político en Bolivia?

El principal aspecto positivo es la posibilidad de un cambio hacia una gestión económica más responsable y un acercamiento a Estados Unidos y otros socios comerciales, lo que podría revitalizar la economía boliviana tras años de crisis. La promesa de ambos candidatos de recortar el gasto público y atraer inversiones es vista como una señal de esperanza para el futuro del país.