Desarmar el lenguaje

El texto de Rodrigo Guerra, fechado el 9 de junio de 2025, explora la profunda conexión entre el lenguaje y la violencia, argumentando que las palabras tienen el poder de construir o destruir, de conectar o dividir. El autor insta a "desarmar las palabras" como un camino hacia la paz y la reconciliación, destacando la importancia de una ética del lenguaje que respete la dignidad humana.

El lenguaje no es solo un vehículo para expresar ideas, sino un poder performativo que puede crear efectos y actuar en el mundo.

📝 Puntos clave

• Las violencias físicas a menudo tienen su origen en las violencias verbales, ya que el lenguaje moldea nuestra interpretación de la realidad.
• En tiempos de polarización, el lenguaje puede ser utilizado como un arma, con la difamación, la desinformación y la manipulación como formas de agresión.
• Las teorías de la conspiración, construidas sobre lenguajes torcidos, pueden conducir al discurso de odio.

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• El Papa Francisco insta a reconocer la importancia de las palabras, que pueden conectar o dividir, servir a la verdad o servirse de ella.
• El Papa León XIV aboga por desarmar la comunicación de prejuicios, rencores y odios, purificándola de la agresividad.
• "Desarmar las palabras" implica una ética del lenguaje que respete la dignidad humana, no un lenguaje cándido, sino uno que reconstruya mundos y relaciones.

❓ Lo malo y lo bueno

¿Cuál es el aspecto más negativo que se puede extraer del texto de Rodrigo Guerra?

La principal preocupación que surge del texto es la facilidad con la que el lenguaje puede ser manipulado y utilizado como un arma para fomentar la división, el odio y la violencia. La proliferación de la desinformación, las teorías de la conspiración y los discursos de odio representan una amenaza real para la cohesión social y la paz.

¿Cuál es el aspecto más positivo que se puede extraer del texto de Rodrigo Guerra?

El aspecto más positivo es el llamado a la responsabilidad y a la acción. El texto nos recuerda que las palabras tienen poder y que podemos elegir utilizarlas para construir un mundo mejor. La propuesta de "desarmar las palabras" y adoptar una ética del lenguaje basada en el respeto y la dignidad humana ofrece un camino hacia la reconciliación y la paz.