Este texto, escrito por Salo Grabinsky el 7 de Diciembre de 2024, reflexiona sobre las secuelas psicológicas de la pandemia y la importancia de la salud mental en el ámbito familiar y empresarial. Grabinsky, desde su experiencia como asesor, destaca la necesidad de derivar a profesionales de la salud mental a individuos que presentan problemas emocionales significativos.
Resumen:
La pandemia ha dejado secuelas emocionales y físicas, exacerbando traumas preexistentes.
Los terapeutas han experimentado un aumento en la demanda de sus servicios, con un incremento en las sesiones digitales.
En el ámbito familiar, Grabinsky observa comportamientos que requieren atención profesional, recalcando la importancia de derivar a pacientes a psicólogos o psiquiatras.
Grabinsky enfatiza que la mayoría de los casos no implican "locura", sino sufrimiento que requiere ayuda especializada.
Recomienda encaminar a las personas con problemas emocionales a terapia antes de implementar estrategias de asesoría empresarial o familiar.
Grabinsky comparte su experiencia personal de suspender proyectos de asesoría hasta que los miembros de la familia afectada reciban tratamiento psicológico.
Grabinsky aconseja a los pacientes buscar un terapeuta con el que se sientan cómodos y en confianza, incluso asistiendo a varias sesiones con diferentes profesionales.
Reconoce la existencia de casos extremos que requieren atención psiquiátrica especializada para prevenir daños mayores.
Grabinsky concluye enfatizando la importancia de proteger la salud mental propia y la de los seres queridos y colaboradores.
Conclusión:
La salud mental es crucial en el contexto pospandémico.
La derivación a profesionales de la salud mental es esencial para abordar problemas emocionales en entornos familiares y empresariales.
La prevención y la atención temprana son fundamentales para evitar crisis mayores.
La colaboración entre asesores y profesionales de la salud mental es clave para un abordaje integral.