Las lecciones de 2025 que México no puede darse el lujo de ignorar

El texto de Clemente Ruiz Durán fechado el 31 de diciembre de 2025 analiza las lecciones clave que México debe extraer del año para afrontar el futuro, particularmente de cara a 2030. El autor argumenta que 2025 no se caracterizó por una crisis aguda, sino por la confirmación de la insuficiencia del modelo de crecimiento mexicano de décadas.

El mayor riesgo para México en un mundo cada vez más fragmentado, tecnológico y competitivo ya no es equivocarse, sino no decidir.

📝 Puntos clave

• El modelo de crecimiento de México es obsoleto.
• La estabilidad macroeconómica no garantiza crecimiento por sí sola.

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• El nearshoring es una oportunidad que puede desperdiciarse sin política industrial e infraestructura.
• La inteligencia artificial está transformando el mercado laboral, aumentando la desigualdad.
• Se necesita un rol más activo del Estado en la coordinación de inversiones y desarrollo.
• La cohesión social es fundamental para cualquier estrategia de futuro.

🤖 Análisis con IA

Dice IA en modo pesimista:

El texto subraya la profunda vulnerabilidad de México a los choques externos debido a una base productiva estrecha y una inversión insuficiente. La inteligencia artificial, sin políticas adecuadas de capacitación y reconversión laboral, podría agravar la informalidad y la desigualdad, creando una brecha aún mayor entre productividad y bienestar. La falta de un Estado activo en la coordinación de inversiones, energía e innovación genera fragmentación y limita la capacidad del país para enfrentar la incertidumbre global.

Dice IA en modo optimista:

El texto presenta el nearshoring como una oportunidad significativa para México en la reconfiguración de las cadenas globales de valor, impulsada por tensiones geopolíticas. La confirmación de que la estabilidad macroeconómica por sí sola no es suficiente abre la puerta a un enfoque más estratégico que articule inversión, tecnología, desarrollo regional y bienestar social. La necesidad de un Estado más activo en la planificación a largo plazo y la modernización de la banca de desarrollo, junto con la importancia de la cohesión social, sientan las bases para una estrategia de futuro más robusta y equitativa.