El texto de Luis Miguel Aguilar, escrito el 3 de diciembre de 2024, es una colección de breves reflexiones poéticas, algunas inspiradas en sueños, otras en observaciones cotidianas, y otras en la obra de otros autores como Bronislaw Maj y Max Jacob. El texto se caracteriza por su estilo fragmentario y su exploración de temas como la mortalidad, la memoria, la observación y la escritura misma.
Resumen:
El texto inicia con una descripción onírica donde una mujer le dice a un arquitecto que un hombre está muerto.
Se reflexiona sobre la relación del autor con la literatura, tanto en vida como en la muerte.
Se incluye una observación sobre el paso del tiempo y la vejez, utilizando imágenes del cuerpo.
Se presenta una advertencia jocosa sobre el peligro de tropezar.
Se describe una experiencia sensorial: el crepitar de una lámpara eléctrica.
Se menciona la experiencia de vislumbrar el futuro, pero sin poder recordarlo completamente.
Se contraponen dos ideas sobre qué es más interesante: el silencio de las cigarras versus su canto, y la joya versus el joyero.
Se describe la propia muerte como ceniza cremada, con una referencia a una experiencia con un amigo en una videollamada.
Se presenta una metáfora de la vida y la muerte a través de una hoja de arce que cae.
Finaliza con una sección que parece ser una crítica a la tendencia a hablar demasiado o de cosas triviales, utilizando un juego de palabras repetitivo.
Se define el término "Jacobitos" como piezas breves de escritura, en referencia al poeta Max Jacob.
Conclusión:
El texto de Luis Miguel Aguilar es una muestra de escritura concisa y poética, que explora temas universales a través de imágenes y reflexiones breves.
La fragmentación del texto refleja la naturaleza efímera de la memoria y la experiencia.
El uso de referencias literarias y personales enriquece la complejidad del texto.
El estilo del texto es experimental y juega con la repetición y el ritmo.