El texto describe la obra "Las flores nacen en silencio", un mural multidimensional de Antonio Ortiz Gritón, que conmemora el asalto al Cuartel Madera de 1965 y los movimientos político-militares en México. El texto también explora la trayectoria artística de Gritón, su motivación para abordar temas de denuncia política y el impacto de su obra.
Resumen:
El mural "Las flores nacen en silencio" (2.40 x 4 metros) forma parte de la colección permanente del Museo Vivo del Muralismo, dialogando con obras de Diego Rivera.
La obra se divide en cuatro secciones: la primera presenta a teóricos e intelectuales como Che Guevara; la segunda, que da nombre a la obra, representa grupos de acción como flores; la tercera incluye figuras como Emiliano Zapata, Ricardo Flores Magón, Pablo González Casanova, Salomón Gaytán, Álvaro Ríos, Saúl Chacón, Arturo Gámiz, Pablo Gómez y Judith Reyes; y la última, "Los presidentes asesinos", representa la opresión política.
Incluye códigos QR que documentan movimientos agrarios en Chihuahua y luchas armadas socialistas en México.
La obra es una evolución de su estilo, incorporando técnicas y temáticas de denuncia política desde 2018, inspirada en parte por la masacre del 10 de junio de 1971 y la responsabilidad de Luis Echeverría.
La creación del mural fue precedida por otras obras como "Flor", que aborda la matanza de 1971, y "Los caminos de la libertad", que incluye numerosos códigos QR.
Otras obras importantes de Gritón incluyen "Xochicalco" (sobre el asesinato de Rubén Jaramillo) y "Nepantla".
Gritón, inicialmente físico, se dedicó al arte inspirado en la novela "Helo aquí que viene saltando por las montañas" de Jerzy Andrzejewsky.
La exposición de "Las flores nacen en silencio" generó polémica, con algunos criticando la representación de los combatientes como héroes.
Actualmente, Gritón lucha contra el cáncer, encontrando consuelo en el mural "Apología de la futura victoria de la ciencia médica contra el cáncer" de David Alfaro Siqueiros.
Conclusión:
El mural "Las flores nacen en silencio" es una poderosa obra de arte que combina la estética con la denuncia política, generando un diálogo sobre la historia y la lucha social en México.
La obra de Antonio Ortiz Gritón representa una importante contribución al arte comprometido, utilizando diferentes medios para abordar temas complejos y generar debate.
La trayectoria artística de Gritón, desde su formación como físico hasta su dedicación a la pintura de denuncia, es un ejemplo de compromiso social y artístico.
La lucha contra el cáncer de Gritón no detiene su legado artístico, dejando una huella significativa en el panorama del arte mexicano.