Repensar la salud pública: Más allá de los determinantes y la determinación

El texto de Rafael Lozano del 26 de Diciembre del 2025 explora la evolución del concepto de salud pública, contrastando el enfoque de los "determinantes sociales de la salud" con la "determinación social de la enfermedad". Se analiza cómo la primera, aunque amplió el panorama, mantuvo una lógica causal fragmentada, mientras que la segunda, surgida en América Latina, propuso una ruptura conceptual más profunda al entender la enfermedad como producto de procesos sociales articulados.

La determinación social, a diferencia de los determinantes, buscaba comprender procesos históricos que configuran cuerpos y poblaciones, no solo listar condiciones.

📝 Puntos clave

• La salud pública ha evolucionado desde la observación de desigualdades hasta enfoques más complejos.
• Los "determinantes sociales" amplían el mapa explicativo pero mantienen una lógica causal fragmentada.

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• La "determinación social" propone una ruptura conceptual al entender la enfermedad como producto de procesos sociales articulados.
• Factores técnicos y políticos impidieron que la "determinación social" se convirtiera en el paradigma dominante.
• Se propone pensar la salud como un proceso vivo y emergente de sistemas en interacción, más allá de la ausencia de enfermedad.

🤖 Análisis con Bots

Dice IA en modo bot pesimista:

El texto critica la falta de profundidad del concepto de "determinantes sociales", señalando que, a pesar de su alcance, no logró transformar la lógica subyacente de la salud pública. La incapacidad de la "determinación social" para generar métricas estandarizadas y su vinculación con el materialismo histórico la marginaron, dejando a la salud pública atrapada en un régimen de evidencia que privilegia lo cuantificable y lo políticamente neutral, impidiendo así un abordaje verdaderamente crítico y estructural de las desigualdades.

Dice IA en modo bot optimista:

El texto celebra la emergencia de la "determinación social" como una alternativa conceptual que rompe con la visión fragmentada de la salud, proponiendo una comprensión holística de la enfermedad como resultado de procesos sociales complejos. A pesar de sus desafíos para integrarse en el sistema hegemónico, su genealogía abre un camino fértil para repensar la salud como un proceso vivo y emergente, invitando a medir las relaciones y tramas de vida que la constituyen, y a considerarla como una propiedad de sistemas en interacción, alineándose con las revoluciones científicas actuales.