La incertidumbre de cada año

El texto de Héctor Farina Ojeda, publicado el 22 de Diciembre del 2025, analiza el panorama económico de América Latina y, en particular, de México, destacando el impacto de la incertidumbre y la guerra comercial en el crecimiento y la inversión.

México apenas alcanzará un crecimiento del 0.5 por ciento en 2025.

📝 Puntos clave

• América Latina proyecta un crecimiento promedio del 2.4 por ciento para 2025.
• México solo alcanzará el 0.5 por ciento, afectado por la incertidumbre.

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• La guerra comercial entre Estados Unidos y China, y sus repercusiones en la Unión Europea y América Latina, han tensado el comercio internacional.
• La dependencia de México del mercado estadounidense (más del 80 por ciento de sus exportaciones) lo hace vulnerable.
• México ha experimentado un crecimiento inferior al promedio latinoamericano por segundo año consecutivo, y se prevé que continúe.
• La incertidumbre afecta negativamente la inversión, los proyectos, los emprendimientos y la generación de empleos.
• El nearshoring en México se ve frenado por la falta de certeza, a pesar de las condiciones favorables.
• Se propone consolidar certezas mediante inversión en infraestructura, educación, ciencia, tecnología e innovación para el crecimiento económico y la reducción de la pobreza y desigualdad.

🤖 Análisis con Bots

Dice IA en modo bot pesimista:

El texto subraya la persistente trampa del escaso crecimiento en América Latina, con México como un ejemplo particularmente preocupante, mostrando un estancamiento que se prevé continuará. La incertidumbre, exacerbada por las guerras comerciales y la volatilidad arancelaria, ha paralizado la inversión y la generación de empleo, incluso en sectores con gran potencial como el nearshoring. La falta de consolidación de certezas y la dependencia de factores externos pintan un panorama sombrío para la región.

Dice IA en modo bot optimista:

A pesar de los desafíos, el texto ofrece una visión proactiva al proponer soluciones concretas para construir certezas y fomentar el crecimiento económico. La inversión en infraestructura, educación, ciencia, tecnología e innovación se presenta como un camino viable para mejorar la distribución de la riqueza, disminuir la pobreza y la desigualdad, y potenciar la resiliencia de la región ante imprevistos. La clave reside en la acción interna y la construcción de un futuro más estable a través de decisiones estratégicas.