Este texto de Ricardo Ortiz Esquivel, del 20 de diciembre de 2024, analiza el asesinato del teniente general Igor Anatolyevich Kirillov en Moscú, atribuido al Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU). El texto explora las circunstancias del evento, las implicaciones geopolíticas y las posibles motivaciones detrás del atentado.
Resumen:
El 17 de diciembre de 2024, una explosión en Razansky Prospekt 2/2 en Moscú mató al teniente general Igor Anatolyevich Kirillov y a su ayudante, Ilya Polikarpov.
La explosión ocurrió cerca del edificio donde vivía Kirillov, mientras se dirigían a una reunión militar.
El SBU se atribuyó la responsabilidad del asesinato.
Kirillov investigaba el posible uso de armas químicas y biológicas por parte de Ucrania, así como la presencia de biolaboratorios en Ucrania con apoyo de Estados Unidos.
Kirillov había sido declarado criminal de guerra por Ucrania y se le había advertido sobre un posible atentado.
El asesinato causó conmoción en Rusia y se prometieron represalias.
El autor cuestiona la falta de una escalada mayor en la situación y la falta de declaraciones de Vladimir Putin sobre Siria.
Conclusión:
El asesinato de Kirillov representa un golpe significativo para Rusia, exponiendo las fallas de sus servicios de inteligencia.
El evento subraya las tensiones existentes entre Rusia y Ucrania, y las implicaciones de la guerra en la estabilidad regional.
La falta de una respuesta contundente de Vladimir Putin podría indicar una estrategia de contención o una evaluación de las implicaciones a largo plazo.
La nota diplomática sobre el silencio de Putin respecto a Siria sugiere una posible conexión entre los eventos y una estrategia geopolítica más amplia.