Invertir en mujeres es la estrategia económica que México no puede postergar, escribe Carmen Correa

El texto de Carmen Correa, publicado el 19 de Diciembre del 2025, analiza la persistente brecha de género en la economía mexicana al finalizar el año, destacando cómo la desigualdad económica limita el crecimiento del país y la autonomía de las mujeres.

La brecha de casi treinta puntos porcentuales en la participación laboral entre hombres y mujeres en México no solo es una injusticia, sino un freno estructural para el crecimiento del país.

📝 Puntos clave

• La participación laboral femenina en México cayó a 46.3%, mientras la masculina se mantiene en 76.2%.
• La informalidad laboral afecta a más de la mitad de los trabajadores.

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• La inclusión financiera progresa, pero la brecha digital y la falta de alfabetización digital limitan a las mujeres.
• El emprendimiento femenino crece en condiciones adversas, con poco acceso a crédito e inversión.
• La violencia económica, la falta de autonomía sobre ingresos y bienes, es un obstáculo significativo.
• La baja participación de mujeres en STEM y sectores tecnológicos/verdes limita su acceso a empleos futuros bien remunerados.
• Invertir en mujeres es una estrategia económica indispensable para el crecimiento y la innovación.

🤖 Análisis con Bots

Dice IA en modo bot pesimista:

El texto expone una realidad desalentadora en México donde la igualdad de género económica está lejos de ser una realidad. La caída en la participación laboral femenina, la alta informalidad, las barreras digitales y financieras para las emprendedoras, y la violencia económica, pintan un panorama sombrío. La exclusión de mujeres de sectores clave como STEM y tecnológicos augura un futuro donde la desigualdad se perpetuará, afectando no solo a las mujeres sino a la competitividad del país.

Dice IA en modo bot optimista:

A pesar de los desafíos, el texto de Carmen Correa resalta aprendizajes valiosos y oportunidades. La creciente inclusión financiera, el dinamismo del emprendimiento femenino y la conciencia sobre la violencia económica son pasos positivos. La propuesta de políticas de cuidados, educación financiera y digital, y financiamiento accesible, junto con la celebración de eventos como el GLI 2026 en Lima, Perú, demuestran un camino claro hacia la inversión con enfoque de género. La región ofrece lecciones de que la plena participación femenina impulsa economías resilientes.