El texto de Marta Tawil, escrito el 19 de diciembre de 2024, analiza las tendencias geopolíticas en Medio Oriente tras la caída del régimen de Bashar Al-Assad en Siria. El texto explora los eventos más significativos del año y sus posibles consecuencias a largo plazo para la región.
Resumen:
La caída del régimen de Bashar Al-Assad el 8 de diciembre de 2024, a manos de la coalición opositora Hayat Tahrir al-Cham (HTC), es un evento central.
HTC, a pesar de sus posibles etiquetas de islamista o yihadista, enfrenta desafíos internos (tranquilizar a las minorías, negociar con otros grupos rebeldes) y geopolíticos (relaciones con Turquía, Rusia, Irán e Israel).
La incursión israelí en los Altos del Golán tras la caída de Al-Assad, violando el acuerdo de Naciones Unidas de 1974, representa una amenaza significativa para la nueva Siria.
La volatilidad de la política estadounidense, con la presidencia de Donald Trump y las posturas divergentes de figuras como Marco Rubio y Mike Waltz, añade incertidumbre a la situación.
La recomposición de la región permanece incompleta y podría afectar a Cisjordania, Jordania, Irak e Irán.
Las monarquías del Golfo demuestran incapacidad para contrarrestar la influencia de Israel y Turquía.
La situación en Palestina, con la destrucción de Gaza y la posible anexión de Cisjordania, servirá como medida de la credibilidad de las grandes potencias y obstaculizará el desarrollo árabe.
Conclusión:
El futuro de Medio Oriente depende de la capacidad de las sociedades árabes, israelí, iraní y turca para exigir justicia.
La situación en Siria es crucial, y el éxito de HTC dependerá de su habilidad para navegar las complejidades internas y externas.
La situación en Palestina seguirá siendo un punto crítico de conflicto y un factor determinante en las relaciones internacionales de la región.
La influencia de las grandes potencias, especialmente Estados Unidos, Israel, Rusia, Irán y Turquía, seguirá siendo un factor clave en la configuración del futuro de la región.