Este texto de Facundo Rosas R., escrito el 18 de diciembre de 2024, analiza la "Operación Atarraya" en el Estado de México, una estrategia para reducir la violencia, comparándola con experiencias previas y cuestionando su alcance. El autor, Facundo Rosas R., ex Comisionado General de la Policía Federal, ofrece una perspectiva crítica sobre la efectividad de la operación y las implicaciones a largo plazo.
Resumen:
La "Operación Atarraya" busca disminuir la violencia en el Estado de México interviniendo en "giros negros" (establecimientos nocturnos) utilizados por grupos delictivos.
Se revisaron 175 de aproximadamente 19,000 establecimientos estimados, lo que representa menos del 1%. Rosas lo compara con tratar una neumonía con un "mejoralito".
La operación se asemeja a la "Operación Enjambre", que se enfocó en detener servidores públicos municipales vinculados con grupos criminales. Ambas estrategias se consideran pasos iniciales hacia la solución del problema de la violencia.
Se critica la estrategia de "abrazos, no balazos", argumentando su ineficacia.
Se compara la operación con la "Operación Rastrillo" de sexenios pasados, destacando la importancia de la inteligencia y la investigación.
Se menciona la experiencia exitosa en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde la clausura de "giros negros" contribuyó a reducir la violencia. En Ciudad Juárez, existían más "antros" que escuelas (más de 1000 vs 700).
Se estima que en el Estado de México existen alrededor de 19,000 "giros negros", basándose en la proporción de Ciudad Juárez. Esto se contrasta con las aproximadamente 13,326 escuelas de educación básica en la entidad.
Rosas concluye que, aunque la "Operación Atarraya" muestra una dirección lógica, su alcance es insuficiente para revertir la situación.
Conclusión:
La "Operación Atarraya", aunque con buena intención, es insuficiente para combatir la violencia en el Estado de México.
Se requiere un enfoque más amplio que incluya inteligencia, investigación y, en su caso, el uso de la fuerza.
La comparación con experiencias pasadas, como la "Operación Rastrillo" y la intervención en Ciudad Juárez, resalta la necesidad de un diagnóstico preciso y una estrategia integral.
La falta de datos precisos sobre la cantidad de "giros negros" dificulta una evaluación completa de la efectividad de la operación.
El autor cuestiona la capacidad de la administración actual para justificar los resultados en materia de seguridad en el futuro, especialmente al comparar las cifras con sexenios anteriores.