Este texto de Enrique Campos Suárez, escrito el 18 de Diciembre de 2024, analiza la situación actual de los mercados financieros, contrastando el auge de las inversiones en nuevas tecnologías con el declive del sector industrial tradicional. Se destaca la influencia de factores económicos y geopolíticos en esta dinámica.
Resumen:
Gran interés de los mercados financieros en nuevas tecnologías, como criptoactivos, empresas de chips e IA generativa.
Promesas tecnológicas, como los chips cuánticos, generan expectativas de alto crecimiento.
A pesar del auge tecnológico, el principio de escasez de bienes, incluyendo el dinero, sigue vigente.
Preferencia por invertir en empresas tecnológicas de alto crecimiento como Nvidia (3450% de aumento en 5 años) en lugar de industrias manufactureras tradicionales.
Incertidumbre en los mercados debido al anuncio de la política monetaria de la Reserva Federal.
Mal desempeño del sector industrial, con el Índice Industrial Dow Jones de la Bolsa de Valores de Nueva York registrando nueve días consecutivos de caída, similar a la crisis de 1978.
El asesinato de Brian Thompson, CEO de UnitiedHealthcare, ha impactado negativamente en el Dow Jones.
Incertidumbre por las políticas de Donald Trump para manufactureros estadounidenses con operaciones en el extranjero.
La fascinación por las nuevas tecnologías y criptoactivos desvía recursos de inversión de los mercados bursátiles tradicionales.
Advertencia de expertos sobre una posible burbuja en indicadores como el Standard and Poor’s 500, contrastando con la caída del Dow Jones.
Importancia de considerar la irracionalidad del mercado y las exageraciones en los análisis de expertos.
Existencia de oportunidades en el sector tecnológico, pero también de activos sobrevalorados ("tulipanes").
Conclusión:
Se recomienda prestar atención a señales de sentido común para anticipar ajustes significativos en los precios de los activos.
El mercado presenta oportunidades en tecnología, pero también riesgos asociados a burbujas especulativas.
Es crucial analizar con cautela las inversiones, considerando tanto el auge de las nuevas tecnologías como la situación del sector industrial tradicional.