Este texto, escrito por Tomás González Bergez el 17 de Diciembre de 2024, analiza la problemática de la violencia basada en género (VBG) en América Latina y propone las nuevas masculinidades como una solución para combatirla. El artículo destaca la urgencia de abordar este problema, presentando datos alarmantes de ONU Mujeres, y propone un cambio cultural profundo a través de la educación y la transformación de roles de género.
Resumen:
Cada diez minutos, una mujer es asesinada por razones de género en América Latina, según un informe de ONU Mujeres (2024).
Aproximadamente 736 millones de mujeres en el mundo han sufrido violencia física o sexual.
Las masculinidades tradicionales, o hegemónicas, perpetúan relaciones desiguales basadas en la dominación y el control.
Las nuevas masculinidades promueven relaciones igualitarias, cooperativas y basadas en el respeto mutuo.
Denilson Mehujael, vocero de la campaña de Nuevas Masculinidades del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Honduras, destaca la importancia de reconocer los privilegios masculinos como primer paso para cuestionarlos.
La violencia de género se manifiesta de diversas formas: física, económica, patrimonial, sexual y psicológica.
Las nuevas masculinidades promueven la corresponsabilidad en el hogar, la igualdad de oportunidades y la comunicación abierta.
La educación temprana, que inculca valores como el respeto y la empatía, es crucial para prevenir la violencia de género.
La incorporación de políticas de género, diversidad e inclusión en los ámbitos empresariales es fundamental, con la ayuda de instituciones como el GKL de Pro Mujer.
El objetivo no es imponer nuevos roles, sino liberar a hombres y mujeres de expectativas opresivas que perpetúan desigualdades.
Conclusión:
La violencia basada en género es una crisis social que requiere una transformación cultural profunda.
Las nuevas masculinidades ofrecen una alternativa poderosa para combatir la VBG y promover relaciones igualitarias.
La educación temprana y la incorporación de políticas de género en diversos ámbitos son claves para lograr este cambio.
La colaboración de organizaciones como el GKL de Pro Mujer es fundamental para apoyar la transformación cultural.
El objetivo final es construir relaciones más justas y equitativas para hombres y mujeres.