Este texto de La Jornada del 17 de diciembre de 2024 conmemora el décimo aniversario del anuncio de la normalización de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, analizando los avances y retrocesos en la relación bilateral desde entonces. Se destaca el impacto de las políticas de diferentes presidentes estadounidenses en la economía y el bienestar del pueblo cubano.
Resumen:
El 17 de diciembre de 2014, Barack Obama y Raúl Castro anunciaron la normalización de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, tras décadas de hostilidades y sanciones.
Este anuncio fue recibido con júbilo en Cuba, América Latina y la ONU, generando un despegue económico en la isla y facilitando la reunificación familiar entre cubanos y cubano-estadounidenses.
La llegada de Donald Trump a la presidencia significó un retroceso en las relaciones, con la cancelación de los avances logrados durante la era Obama y el endurecimiento del bloqueo contra Cuba.
Trump mantuvo su política de máxima presión incluso durante la pandemia de covid-19, impidiendo la compra de insumos esenciales para Cuba.
Joe Biden, a pesar de sus promesas de campaña, no ha revertido significativamente las políticas de Trump, manteniendo a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
La situación económica de Cuba es crítica debido al bloqueo estadounidense, que ha afectado gravemente su sistema energético, producción alimentaria, turismo e industria.
El autor argumenta que la política estadounidense hacia Cuba se basa en un anticomunismo trasnochado y la influencia del lobby cubano-estadounidense, con la próxima administración de Marco Rubio como Secretario de Estado presagiando un futuro incierto.
Conclusión:
La política estadounidense hacia Cuba ha causado un sufrimiento inmenso a la población cubana durante más de 60 años.
El autor insta al presidente electo de Estados Unidos a reconsiderar la política de bloqueo contra Cuba, reconociendo su improcedencia y el daño que causa a la población civil.
El futuro de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba permanece incierto, dependiendo de las decisiones del próximo gobierno estadounidense.
La persistencia del bloqueo contra Cuba es una muestra de la influencia del anticomunismo y el lobby cubano-estadounidense en la política exterior de Estados Unidos.