Este texto, escrito por Mauricio Candiani el 16 de Diciembre de 2024, reflexiona sobre la paciencia, particularmente en el contexto de los negocios y las relaciones interpersonales. Candiani comparte sus experiencias personales y estrategias para cultivar la paciencia, contrastando su propia lucha con la paciencia con la de otros. El texto se presenta como una respuesta a una pregunta de un amigo sobre cómo ha aprendido a manejar su impaciencia.
Resumen
Candiani admite su dificultad para ser paciente ante situaciones o interlocutores que lo frustran, aunque reconoce que la edad y la experiencia le han ayudado.
Define la paciencia como la capacidad de esperar sin perder la calma.
Propone tres puntos clave para desarrollar la paciencia:
Buscar las causas detrás de las acciones y comentarios de los demás, en lugar de reaccionar solo al efecto. Reconoce que la impaciencia a menudo surge del deseo de que los demás piensen y actúen como uno mismo.
Ser firme en cuanto al tema, pero respetuoso con la persona. Separar el asunto de la persona, evitando la descalificación personal.
Distinguir entre la paciencia con las personas y la impaciencia con la ineficiencia. Ser paciente con las personas, pero no con los resultados incorrectos.
Describe al paciente como alguien que domina su propia reacción, silencio y tiempo, actuando con destreza táctica.
Concluye que el mayor desafío para cultivar la paciencia es evitar que los cambios abruptos de humor provoquen efectos contraproducentes.
Conclusión
La paciencia es una virtud que se puede cultivar con esfuerzo y práctica.
Comprender las causas detrás de las acciones de los demás es fundamental para desarrollar la paciencia.
Separar el asunto de la persona es crucial para mantener la calma y la objetividad.
La paciencia no implica pasividad, sino un dominio estratégico del propio comportamiento y del tiempo.
El mayor reto reside en controlar las reacciones emocionales para evitar consecuencias negativas.