Este texto de Enrique Toussaint, escrito el 14 de Diciembre de 2024, analiza críticamente el presupuesto presentado por Claudia Sheinbaum en México, destacando inconsistencias entre el discurso político y la asignación de recursos. Se centra en las áreas de salud, seguridad y educación, mostrando una preocupante reducción del gasto público en estos sectores.
Resumen:
El presupuesto de Claudia Sheinbaum presenta muchos aspectos negativos y pocos positivos. Se critica la falta de transparencia y la inconsistencia entre las proyecciones económicas y la realidad.
Se considera negativa la reducción del 12% en el gasto en salud, especialmente considerando los más de 50 millones de mexicanos sin acceso a servicios de salud. Se critica que se destine más al pago de intereses de la deuda (3.8% del PIB) que a salud (2.3% del PIB).
Se señala un recorte salvaje del 42% en las partidas de combate a la violencia e inseguridad, afectando tanto a las fuerzas militares como a la secretaría de Omar García Harfuch. Se critica la incongruencia entre el llamado a los gobiernos estatales y municipales a combatir la violencia y la reducción de recursos para estos niveles de gobierno. Jalisco, por ejemplo, solo recibió 614 millones de pesos adicionales, a pesar de solicitar 8 mil millones.
El gasto en educación se mantiene congelado en torno al 3% del PIB, muy por debajo de países como Costa Rica, Uruguay, Argentina, Cuba y Bolivia. Incluso universidades como la UdeG experimentaron recortes presupuestales.
Se critica la falta de recorte en las transferencias directas de dinero, lo que se interpreta como una continuidad de las políticas de López Obrador, caracterizadas por la destrucción del Estado y la entrega de recursos a través de transferencias directas.
Conclusión:
El presupuesto de Sheinbaum refleja una continuidad de las políticas de López Obrador, con un enfoque en transferencias directas y recortes en áreas cruciales como salud, seguridad y educación.
La falta de alineación entre el discurso político y la asignación de recursos genera una gran preocupación sobre el rumbo del país.
La reducción del gasto público en sectores vitales pone en riesgo el bienestar de la población mexicana.
Se evidencia una falta de transparencia y una inconsistencia en las proyecciones económicas del gobierno.