Este texto de Enrique Quintana, del 12 de Diciembre de 2024, analiza la nominación de Ronald Johnson como próximo embajador de Estados Unidos en México por parte del futuro presidente Donald Trump, y contrasta su perfil con el de sus predecesores, enfocándose en las implicaciones para la relación bilateral, particularmente en temas de seguridad y migración.
Resumen:
La nominación de Ronald Johnson, con experiencia militar e inteligencia (incluyendo un paso por la embajada de El Salvador bajo el gobierno de Bukele), indica que la prioridad de Estados Unidos en su relación con México será la seguridad y la migración.
Trump enfatizó el compromiso de Johnson para combatir el crimen de migrantes, detener el flujo de fentanilo y hacer a Estados Unidos seguro.
El perfil de Johnson contrasta con el de sus predecesores: Ken Salazar (Fiscal General de Colorado, senador y miembro del gabinete de Barack Obama), Christopher Landau (experiencia jurídica, activo en redes sociales), Roberta Jacobson (funcionaria de la administración Obama, visión liberal), Anthony Wayne (vasta experiencia diplomática) y Carlos Pascual (experiencia académica y en la Brookings Institution).
A diferencia de sus predecesores, Johnson tiene una formación militar y de inteligencia, lo que sugiere un enfoque directo en temas de seguridad.
Se espera que Johnson tenga acceso a información privilegiada sobre las estrategias del gobierno mexicano y sus resultados en materia de seguridad.
Conclusión:
La nominación de Johnson señala un cambio significativo en el enfoque de la relación Estados Unidos-México.
La prioridad en la agenda bilateral se centrará en la seguridad y la migración.
Se anticipa una relación bilateral compleja y con potenciales conflictos.
La experiencia de Johnson en inteligencia sugiere una mayor capacidad de Estados Unidos para obtener información sobre la situación de seguridad en México.