Este texto de Salvador García Soto, del 11 de diciembre de 2024, analiza el nombramiento de Ronald Johnson como próximo embajador de Estados Unidos en México bajo la administración de Donald Trump, y las implicaciones que este nombramiento tiene para la relación bilateral entre ambos países. El artículo también critica la percepción de la seguridad en México por parte del gobierno actual.
Resumen:
Ronald Johnson, experto en seguridad e inteligencia con experiencia en la CIA y como embajador en El Salvador, donde colaboró con el presidente Nayib Bukele en la represión de pandillas, será el nuevo embajador de Estados Unidos en México.
La designación de Johnson refleja la postura de Donald Trump sobre la necesidad de una mayor cooperación con México en la lucha contra el narcotráfico y el fentanilo. Trump ha criticado duramente las políticas del gobierno mexicano, acusándolo de estar "petrificado" ante el poder de los cárteles.
El nombramiento se considera un mensaje contundente al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, exigiendo una mayor colaboración y resultados en la lucha contra el crimen organizado.
Trump ha anunciado que Johnson trabajará en estrecha colaboración con Marco Rubio, secretario de Estado designado, para implementar políticas exteriores más agresivas en materia de seguridad.
La reciente aprobación por el Senado mexicano del ingreso de militares estadounidenses para entrenar a fuerzas especiales mexicanas refuerza la expectativa de una mayor cooperación militar entre ambos países.
El embajador saliente, Ken Salazar, ya había advertido sobre la llegada de tiempos más complicados en la relación bilateral, criticando la estrategia de "Abrazos, no balazos" del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
El texto destaca la posible investigación y acusación contra figuras del gobierno anterior, incluyendo al expresidente López Obrador.
El artículo contrasta la percepción optimista de la seguridad en México expresada por funcionarios del gobierno de Sheinbaum durante una reunión en Acapulco, con la realidad de la violencia y la inseguridad que persiste en el país.
Conclusión:
El nombramiento de Ronald Johnson marca un cambio significativo en la relación Estados Unidos-México, anticipando una política más agresiva e injerencista por parte de Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.
El gobierno de Claudia Sheinbaum enfrentará presiones significativas de Estados Unidos para intensificar la cooperación y obtener resultados concretos en la lucha contra el crimen organizado.
La discrepancia entre la percepción oficial de la seguridad en México y la realidad de la violencia plantea interrogantes sobre la eficacia de las políticas actuales.
El futuro de la relación bilateral dependerá de la respuesta del gobierno mexicano a las demandas y acciones de la administración Trump.