Este texto de Alfredo González Castro, publicado el 8 de noviembre de 2024 en El Heraldo de México, analiza la contienda por la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y se centra en la candidatura de Paulina Hernández Diz. El artículo expone las perspectivas de Hernández Diz, sus credenciales y la aparente influencia de la política en el proceso de selección.
Resumen:
Paulina Hernández Diz, maestra en Derecho Constitucional, es una de las tres finalistas para presidir la CNDH. Posee una amplia experiencia en derechos humanos, con 10 diplomados y más de 20 cursos especializados.
A pesar de su sólida trayectoria académica y profesional, incluyendo su trabajo en la Comisión de Derechos Humanos de Jalisco y en la Universidad de Guadalajara, el proceso de selección parece estar influenciado por criterios políticos.
Hernández Diz llegó a la terna final sin apoyo político, a diferencia de otras candidatas como Rosario Piedra Ibarra. Según fuentes, fue la tercera mejor evaluada por la comisión senatorial encabezada por Javier Corral.
El artículo sugiere que la influencia de Morena y sus aliados, así como la preferencia por Rosario Piedra Ibarra (candidata respaldada por Andrés Manuel), podrían determinar el resultado final, minimizando el peso del mérito y la preparación académica.
Hernández Diz muestra cautela ante las controversias políticas, destacando su capacidad de conciliación y la ausencia de compromisos políticos. Critica la posible reelección de Rosario Piedra Ibarra, argumentando que existen criterios internacionales que la desaconsejan para mantener la autonomía e integridad del organismo.
Hernández Diz propone una reestructuración de la CNDH, enfocándose en la eficiencia del área de quejas, la promoción de la cultura de los derechos humanos, la homologación de procedimientos y la reparación de daños.
A pesar del favoritismo aparente hacia Rosario Piedra Ibarra, Hernández Diz se muestra optimista y considera que existe una posibilidad real de ser elegida. No percibe una imposición, sino una apertura en el proceso.
El artículo finaliza con una cita anónima que contrasta la actitud inquisitiva de la juventud con la resignación de la vejez. La cita sirve como una metáfora de la lucha de Hernández Diz contra un sistema aparentemente inamovible.
Se menciona la opinión de Gerardo Fernández Noroña y Lucía Trasviña sobre la candidatura de Rosario Piedra Ibarra. Raymundo Sánchez, colega de Alfredo González Castro, también es mencionado por su publicación previa sobre Tania Ramírez.
Conclusión:
El texto de Alfredo González Castro presenta un panorama complejo sobre la elección de la presidencia de la CNDH, donde la experiencia y el mérito de Paulina Hernández Diz parecen enfrentarse a la influencia de la política partidista. La narrativa deja entrever una lucha entre la meritocracia y el pragmatismo político, cuestionando la transparencia y la imparcialidad del proceso de selección.