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Este texto de José Yuste, escrito el 6 de noviembre de 2024, analiza la volatilidad del peso mexicano frente al dólar estadounidense durante un día de elecciones en Estados Unidos, considerando el impacto de los posibles resultados electorales y la reforma judicial mexicana.

Resumen:

• El peso mexicano experimentó alta volatilidad, llegando a un mínimo de 20.35 pesos por dólar (nivel no visto desde septiembre de 2022) durante la jornada electoral en Estados Unidos, debido a la percepción de una posible victoria de Donald Trump.
• La posibilidad de un triunfo de Kamala Harris y la anticipada baja de tasas de la Reserva Federal (un cuarto de punto, situándose entre 5.50% y 5.75%) contribuyeron a la recuperación del peso, cerrando la jornada en 20.06 pesos por dólar (una ganancia de 5 centavos).
• La reforma judicial mexicana, con su propuesta de voto popular para jueces, generó incertidumbre en el mercado cambiario, añadiendo presión al peso mexicano.
• Una victoria de Donald Trump podría llevar al peso mexicano a cotizar cerca de 21 pesos por dólar, debido a la incertidumbre comercial y la posibilidad de nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos a México. Se menciona la posibilidad de una revisión del T-MEC en 2026 (Cláusula Sunset).
• Una victoria de Kamala Harris, aunque con menos impacto negativo que Trump, seguiría presentando desafíos en temas como el T-MEC y la migración, con un enfoque en aspectos laborales y ambientales.
• La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, destacó la reducción del 70% en el flujo migratorio en el año, mostrando una postura proactiva ante las preocupaciones de ambos candidatos presidenciales estadounidenses sobre la migración.

Conclusión:

El texto de José Yuste ilustra la compleja interdependencia entre la economía mexicana y la política estadounidense, mostrando cómo los resultados electorales en Estados Unidos, junto con las políticas internas mexicanas, pueden generar una significativa volatilidad en el tipo de cambio del peso mexicano. La incertidumbre política y económica, tanto en Estados Unidos como en México, influyen directamente en la estabilidad de la moneda mexicana.