Este texto de Manuel Rodríguez González, escrito el 4 de noviembre de 2024, analiza las posturas de Kamala Harris y Donald Trump respecto a las políticas energéticas y ambientales en el contexto de las elecciones presidenciales de Estados Unidos. El autor destaca la importancia de estas políticas para México, considerando su dependencia energética del país vecino.
Resumen:
Estados Unidos ha mostrado una postura inestable ante el cambio climático, con Trump retirando al país del Acuerdo de París y Biden reincorporándolo.
En materia de hidrocarburos, la administración Biden ha cancelado arrendamientos de petróleo y gas en Alaska, mientras que bajo Trump se impulsó la extracción en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico.
Harris, como vicepresidenta, ha apoyado la Ley de Reducción de la Inflación de Biden, que incluye inversiones significativas en energías limpias.
Trump ha expresado su intención de retirar nuevamente a Estados Unidos del Acuerdo de París y posiblemente de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, además de considerar eliminar los créditos fiscales para vehículos eléctricos, a menos que sean producidos en Estados Unidos.
Trump ha manifestado su apoyo a una mayor producción de petróleo y gas, mientras que Harris propone una inversión de 500 mil millones de dólares en infraestructura y tecnología sustentable para convertir a Estados Unidos en líder global en la lucha contra el cambio climático.
México debe reducir su dependencia del gas natural de Estados Unidos (80%), considerando la posibilidad de que Estados Unidos incremente la exportación de Gas Natural Licuado (GNL) y encarezca los precios.
La dependencia de México del gas natural (59% de su generación eléctrica) pone en riesgo su sistema eléctrico, por lo que se propone la generación distribuida como una solución a corto plazo.
Conclusión:
El texto de Manuel Rodríguez González resalta la importancia de las elecciones presidenciales en Estados Unidos para las políticas energéticas y ambientales, no solo para Estados Unidos sino también para México. La dependencia energética de México de su vecino del norte exige una estrategia de seguridad energética para mitigar los riesgos asociados a las fluctuaciones en las políticas estadounidenses. La generación distribuida se presenta como una solución viable para afrontar los desafíos a corto plazo.