El texto de la Columna Invitada del 26 de Noviembre de 2024, escrito por Macarena Chaves, Country Manager de Bioelements México, analiza la creciente preocupación global por la contaminación plástica y las estrategias para mitigarla. El artículo destaca la urgencia de la situación, la necesidad de colaboración entre gobiernos y empresas, y el potencial de los bioplásticos como solución.
Resumen:
La preocupación global por el medio ambiente ha aumentado significativamente, con un incremento en las menciones sobre biodiversidad según datos de WWF. En México, el 76% de la población manifiesta conciencia ambiental (estudio de La Vulca & Netquest).
La producción mundial de plástico alcanza los 460 millones de toneladas anuales (OCDE), con menos del 10% recicladas adecuadamente. Más de 100 millones de toneladas terminan en vertederos o incineración.
La durabilidad y bajo costo del plástico lo han convertido en un material esencial, pero su persistencia ambiental es un problema grave, especialmente con los plásticos de un solo uso.
En marzo de 2022, 175 países acordaron un tratado global para reducir la contaminación por plásticos. Se han realizado avances en las negociaciones en Ottawa, Canadá, y la reunión final será en Busan, Corea del Sur.
Ciudades como la Ciudad de México han implementado regulaciones, prohibiendo ciertos plásticos de un solo uso (NOM-025-SEDEMA-2020).
El 65% de los consumidores mexicanos percibe que los productos ecológicos son más caros, y el 61% encuentra difícil hallar opciones con empaques sostenibles (La Vulca & Netquest).
Se promueve el uso de bioplásticos como alternativa sostenible y biodegradable.
Se insta a los gobiernos a implementar políticas más ambiciosas que fomenten la investigación y el desarrollo de alternativas sostenibles, incluyendo incentivos para empresas innovadoras.
Las empresas deben adaptarse al nuevo entorno regulatorio, considerando la sostenibilidad como una oportunidad de mercado.
La colaboración entre el sector público y privado es fundamental para lograr un futuro más sostenible.
Conclusión:
El artículo enfatiza la necesidad urgente de una acción coordinada entre gobiernos y empresas para abordar la crisis de la contaminación plástica. La transición hacia soluciones sostenibles, como los bioplásticos, junto con políticas públicas efectivas y la adaptación empresarial, son cruciales para un futuro ambientalmente responsable. La colaboración público-privada es clave para superar los desafíos y aprovechar las oportunidades que presenta esta transformación.