Este texto de Luis Castro Obregón, escrito el 26 de Noviembre de 2024, analiza la desaparición o transformación de organismos autónomos en México, atribuyéndolo a un déficit de credibilidad en la esfera pública y a las reformas constitucionales en curso. El autor explora las razones detrás de la creación de estos organismos y las consecuencias de su eventual eliminación.
Resumen:
El déficit de credibilidad en la esfera pública, generado por eventos como la nacionalización y privatización bancaria, el adelgazamiento del Estado y numerosos escándalos políticos, llevó a la creación de organismos autónomos.
Entre los organismos autónomos afectados por las reformas se encuentran el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (INAI), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la Comisión Reguladora de Energía (CRE), la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu).
Estos organismos, aunque creados con diferentes cartas de intención, compartían la misión de gestionar tareas gubernamentales en las que existía desconfianza pública.
La creación de estos organismos se dio en un contexto de presión de la sociedad civil, incluyendo su élite académica, empresarial y cultural, sobre los gobernantes y partidos políticos.
Los organismos autónomos fueron diseñados con dirección colegiada, integrada por "notables" designados por el Senado, con mandatos transexenales y altos salarios. Su objetivo principal no era democratizar el país, sino dotar de racionalidad técnica y limpieza política a decisiones estatales.
El autor argumenta que la idea de que los organismos autónomos funcionan como contrapeso al poder presidencial y tienen un efecto democratizador es un equívoco.
El Congreso, bajo argumentos de racionalidad económica y acusaciones de corrupción, está devolviendo funciones estratégicas al gobierno, reduciendo gastos y asumiendo el riesgo de una gestión menos eficiente y transparente.
La eliminación de los organismos autónomos no resuelve el problema de desconfianza ni la falta de representatividad; la solución radica en que el gobierno rinda cuentas.
Conclusión:
Luis Castro Obregón concluye que la disolución de los organismos autónomos, aunque impulsada por una supuesta búsqueda de eficiencia y transparencia, no aborda la raíz del problema: la falta de credibilidad en el gobierno. El autor sugiere que la verdadera solución reside en la rendición de cuentas por parte del gobierno, no en la eliminación de mecanismos de control, aunque imperfectos, como los organismos autónomos. La lectura sugerida de Jürgen Habermas, Problemas de legitimación en el capitalismo tardío, sugiere una lectura más profunda sobre los problemas de legitimación en el sistema político.
