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Este texto de Arturo Pérez-Reverte, escrito el 23 de noviembre de 2024, reflexiona sobre la lectura de una carta de 1805, tres meses antes de la batalla de Trafalgar, que le ha llevado a rememorar la correspondencia oficial de la época, especialmente la recopilada por su amigo fallecido, el almirante Sisiño González-Aller. A través de esta correspondencia, el autor establece un paralelismo entre la España del siglo XIX y la España contemporánea, criticando la ineficiencia, la corrupción y la falta de consideración hacia la gente común a lo largo de la historia.

Resumen:

• El autor analiza una carta de 1805 que describe el embarque de 140 presidiarios de Ceuta para la batalla de Trafalgar, destacando la crudeza y lo que se insinúa tras la información oficial: la situación desastrosa de España.
• La lectura le lleva a consultar la correspondencia oficial de la época, recopilada por el almirante Sisiño González-Aller, y a comparar la situación histórica con la actual, señalando la persistencia de la incompetencia, la improvisación y la corrupción en el poder.
• Se menciona la situación de los marinos en Trafalgar: falta de entrenamiento, equipamiento inadecuado, falta de pago, y el contraste con la armada británica, profesional y bien equipada. Se cita una carta del primer ministro Godoy sobre la falta de pago a los soldados.
• Se destaca la figura del marino y científico Cosme Damián Churruca como ejemplo de entrega y deber a pesar de las circunstancias adversas, contrastando su valentía con la ineptitud de sus superiores.
• El autor concluye que la situación descrita en las cartas de Trafalgar podría ser escrita hoy en día, mostrando la continuidad de los problemas de España a lo largo de la historia.

Conclusión:

Pérez-Reverte, a través de la lectura de documentos históricos, realiza una crítica mordaz a la clase política española, a lo largo de la historia, exponiendo la persistencia de la corrupción, la ineficacia y el desprecio hacia la población. La figura de Churruca sirve como contrapunto a esta crítica, representando la valentía y el sacrificio frente a la incompetencia de los líderes. El autor utiliza la batalla de Trafalgar como metáfora de la historia de España, mostrando una visión pesimista pero contundente sobre la continuidad de ciertos problemas nacionales.