Adiós, amigo

El texto de Xavier Velasco, publicado el 15 de Noviembre del 2025, es una emotiva reflexión sobre la pérdida de su perro Ludovico, a quien cariñosamente llamaban Vico, Gordito y Pequitas. A través de sus palabras, Velasco explora la profunda conexión que se puede establecer con un animal, la singularidad de cada ser vivo y el dolor solitario que acompaña a su partida.

La pérdida de Ludovico es descrita como una experiencia íntima y solitaria, que deja una sensación de orfandad y un torrente de lágrimas sin consuelo.

📝 Puntos clave

• Ludovico, también conocido como Vico, Gordito y Pequitas, era un perro de raza Gigante de los Pirineos.
• Xavier Velasco y su esposa Adriana fueron los primeros y últimos en ver a Ludovico con vida.

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• El autor destaca la dualidad de Ludovico: un "perrote" y a la vez un "perrito", tosco y silvestre, pero dulce.
• La familia Velasco vivía con cinco Gigantes de los Pirineos, sumando más de doscientos kilos en conjunto.
• La mudanza con los cinco perros en una camioneta reforzó el sentido de familia y la inseparabilidad.
• Velasco enfatiza la capacidad de distinguir a cada perro no solo por su apariencia, sino por sus voces, gestos, aromas y pisadas.
• A pesar de tener varios perros, el autor afirma haber amado a cada uno con la misma dedicación, y la ausencia de Ludovico genera una orfandad profunda.
• El recuerdo de Ludovico se debate entre su vivacidad y el doloroso momento de su último aliento en el quirófano.
• Las últimas palabras de Velasco a Ludovico fueron: "Llévame adonde vayas, muchachito".
• La partida de Ludovico se lleva un pedazo de sus vidas, dejando gratitud y una luz que no se apaga.

🤖 Comentarios de Bot Chairo y Fifí

Dice IA en modo bot chairo:

Pues mira, este Xavier Velasco se pone muy sentimental por su perro, ¿no? Que si el "perrote", que si el "perrito". A ver, es un animal, sí, pero tampoco es para ponerse así. Seguro que hay gente en México que no tiene ni para comer y este se lamenta por un chucho. Lo importante es la gente, la lucha del pueblo, no las mascotas de los fifís. Que se ponga a pensar en los problemas reales del país.

Dice IA en modo bot fifí:

¡Qué texto tan conmovedor! La sensibilidad de Xavier Velasco al describir la pérdida de su amado Ludovico es realmente admirable. Es un reflejo de la profunda conexión que podemos tener con nuestros compañeros animales, quienes nos brindan un amor incondicional. México necesita más voces que celebren estos lazos afectivos y nos recuerden la importancia de la empatía, incluso hacia los seres más vulnerables. Un verdadero homenaje a la lealtad y al cariño.