Este texto, escrito por Michael Spence el 14 de Noviembre de 2024, analiza las causas de las condiciones deflacionarias en China y las posibles soluciones. El autor argumenta que los desafíos económicos de China son principalmente internos, a pesar de las tensiones geopolíticas externas.
Resumen
China enfrenta condiciones deflacionarias a pesar de un potencial de crecimiento del PIB de entre 5-6%.
La demanda agregada es demasiado baja en relación a la capacidad productiva.
Las economías avanzadas, especialmente Estados Unidos (EU), han impuesto aranceles y restricciones comerciales a China. El triunfo de Donald Trump presagia más restricciones.
La demanda interna, no la externa, debería ser el motor principal del crecimiento de China, pero presenta un déficit significativo.
Un alto desempleo e incertidumbre económica han llevado a un aumento del ahorro preventivo de los hogares chinos.
La caída del valor de la vivienda (70% de la riqueza de los hogares chinos) impacta negativamente en el consumo.
Las dificultades fiscales de los gobiernos locales, debido a la caída de la actividad inmobiliaria, agravan las presiones deflacionarias.
La baja inversión en el sector corporativo privado, debido a la débil demanda interna y la falta de claridad sobre la relación entre el sector privado y las empresas estatales, también contribuye al problema.
La inversión pública, antes un motor importante, tiene un margen limitado debido a las dificultades fiscales de los gobiernos locales.
China está implementando medidas para estabilizar el sector inmobiliario, como duplicar las líneas de crédito para proyectos inacabados.
Se están realizando esfuerzos para fomentar una mentalidad más emprendedora en los sectores público y privado.
China posee fortalezas importantes, como una abundancia de talento científico, tecnológico y empresarial, y un gobierno que reconoce la importancia de la transformación estructural.
Los desafíos de China son principalmente internos, derivados de desequilibrios y de incertidumbre política.
Con una estrategia política clara, el impulso del crecimiento podría recuperarse en 2-3 años.
Conclusión
El análisis de Michael Spence destaca que las dificultades económicas de China son superables. Si bien las tensiones geopolíticas juegan un papel, los problemas internos, particularmente la debilidad de la demanda interna y la crisis inmobiliaria, son los principales obstáculos. La capacidad de China para implementar políticas efectivas y aprovechar sus fortalezas internas será crucial para superar esta fase deflacionaria y recuperar el crecimiento económico en los próximos años.