Este texto, escrito por Michael R. Strain el 30 de octubre de 2024, analiza el consenso bipartidista en Estados Unidos sobre el comercio internacional y argumenta que este consenso es perjudicial para la prosperidad del país.
Resumen
Strain critica el consenso bipartidista sobre el comercio internacional, argumentando que el proteccionismo de las administraciones Trump-Pence y Biden-Harris ha perjudicado a los trabajadores y consumidores estadounidenses.
Strain refuta la idea de que el "shock de China" destruyó empleos en Estados Unidos, señalando que las estimaciones más altas sugieren que la integración de China en la economía global provocó la pérdida de 200,000 empleos por año entre 1999 y 2011, una cifra relativamente pequeña en comparación con el dinamismo del mercado laboral estadounidense.
Strain destaca que la apertura comercial también aumenta las exportaciones, citando un estudio que encontró que el acceso de los exportadores estadounidenses al mercado global creó 411,000 puestos de trabajo, que compensan casi por completo los 533,000 empleos perdidos por la competencia de las importaciones.
Strain argumenta que los aranceles impuestos por el expresidente Donald Trump contra las importaciones chinas (continuados por el gobierno de Joe Biden) no han sido beneficiosos para los trabajadores industriales, sino que han generado una disminución del empleo fabril.
Strain critica la justificación de los aranceles como una forma de desacople respecto de China, señalando que los aranceles no han reducido la dependencia de Estados Unidos de los productos chinos y que muchos fabricantes chinos simplemente han triangulado sus exportaciones a través de países como México y Vietnam.
Strain reconoce que hay algunos productos realmente críticos (como los semiconductores) en cuyo caso el arancelamiento puede justificarse por motivos de seguridad nacional, pero argumenta que Estados Unidos debería tratar de formar redes de comercio sólidas con países aliados en lugar de intentar crear una industria local de la nada.
Strain concluye que el problema de Estados Unidos no es el comercio internacional, sino la renuencia a aprovechar las oportunidades derivadas de los cambios que genera.
Conclusión
Strain argumenta que el consenso bipartidista sobre el comercio internacional es un error y que Estados Unidos debería abrazar la apertura comercial y la competencia global para aprovechar las oportunidades que ofrece la globalización.