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El texto de Verónica Malo Guzmán, publicado el 26 de Octubre del 2024, analiza las causas del alto precio de la tortilla y otros alimentos básicos en México, argumentando que la inseguridad y la extorsión son factores determinantes.

Resumen

• Verónica Malo Guzmán argumenta que el control de precios no es una solución efectiva para bajar el precio de la tortilla, el aguacate, la carne, el limón y otros alimentos.
• El esquema de control de precios solo generaría un mercado negro y aumentaría la inflación.
• Jonathan Heath, subgobernador de BANXICO, reconoce que las extorsiones y los cobros de piso son un factor importante y creciente en la inflación.
• La Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes confirma que existe el cobro de piso, principalmente en productos básicos como el aguacate, el limón, el pollo y la tortilla.
• El Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la UNAM estima que el cobro de piso aumenta la inflación en al menos dos puntos porcentuales, lo que representa una pérdida del 19% de la riqueza interna.
• El cobro de piso impacta directamente en el precio final de los productos, como se observa en el caso del limón de Michoacán, donde el precio se multiplica por cuatro después de pagar el cobro de piso y el transporte "seguro".
• El robo de mercancía en las carreteras también impacta en el precio de los alimentos, obligando a los transportistas a utilizar rutas y horarios alternativos.
• Verónica Malo Guzmán propone fortalecer la seguridad pública en todo el proceso de producción, distribución y venta de alimentos, así como apoyar a los productores con subsidios, tecnología y mejores semillas.
• Rogelio Ramírez de la O reconoce que la eliminación de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero en julio de 2024 ha afectado la capacidad de otorgar créditos al campo, lo que también impacta en los precios.
• La inseguridad y la extorsión generan una inflación no controlada que afecta el bolsillo de los mexicanos.

Conclusión

Verónica Malo Guzmán concluye que para bajar el precio de los alimentos es necesario atacar la raíz del problema: la inseguridad y la extorsión. Se requiere fortalecer la seguridad pública en todo el proceso de producción y venta de alimentos, así como apoyar a los productores para que puedan ofrecer productos a precios más competitivos.