Economía de la atención

Este texto de Juan Villoro, escrito el 17 de Octubre de 2025, analiza cómo la atención humana se ha convertido en el recurso más valioso en la era digital, explorando el concepto de "tecnofeudalismo" y la creciente influencia de las Big Tech en nuestras vidas.

Un dato importante es que las empresas de Big Tech destinan solo el 1% de sus recursos a salarios, ya que la mayor parte del trabajo lo hacemos los usuarios aportando contenido.

📝 Puntos clave

• El bikini, inventado en 1946, simbolizó la distracción y la manipulación de la atención en un mundo dominado por hombres.
• La revolución digital ha llevado a una distracción constante, donde la atención se ha convertido en una mercancía.

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• Yanis Varoufakis plantea el concepto de "tecnofeudalismo", donde el control no reside en los bienes, sino en el acceso a la nube.
• Las Big Tech se han apoderado de la identidad de los usuarios y se beneficiaron del colapso financiero de 2008.
• La pandemia enfatizó la dependencia tecnológica, aumentando el tiempo en pantalla, especialmente entre los menores de 18 años.
• Varoufakis predice el fin del tecnofeudalismo, argumentando que es un sistema parasitario que morirá cuando no tenga más clientes que explotar.
• La clave para salir de este círculo vicioso es pensar por cuenta propia y resistir la enajenación permanente.
• La atención humana es el gran botín planetario, y la capacidad de concentrarse se ha convertido en un acto de disidencia.

Lo malo y lo bueno 👎👍

¿Cuál es el aspecto más preocupante del análisis de Villoro sobre el tecnofeudalismo?

La creciente dependencia y manipulación de la atención humana por parte de las Big Tech, que han convertido a los usuarios en mercancías y ejercen un poder inmoderado sobre los gobiernos y nuestras mentes.

¿Qué aspecto positivo o esperanzador se puede extraer del texto de Villoro?

La idea de que el tecnofeudalismo es un sistema parasitario que eventualmente colapsará, y la afirmación de que la clave para resistir esta enajenación es pensar por cuenta propia y recuperar la capacidad de concentración, convirtiéndose en un disidente en la era digital.