El texto escrito por Epigmenio Ibarra el 16 de octubre de 2024, es una defensa de la reforma del Poder Judicial en México. Ibarra argumenta que la reforma es un reflejo de la voluntad popular y un paso hacia una democracia más profunda.
Resumen
Ibarra rechaza las críticas a la reforma del Poder Judicial, calificándolas de producto de la rabia, el resentimiento, el interés económico o la ideología conservadora.
La reforma, según Ibarra, es el resultado de la voluntad popular expresada en las últimas elecciones y una muestra del movimiento revolucionario de la cuarta transformación.
La reforma busca poner al pueblo en el centro del poder judicial, permitiendo la elección de jueces y la revocación de mandato.
Ibarra considera que la reforma pone a México a la vanguardia de las democracias en el mundo, al acabar con las decisiones autoritarias y el control del poder económico sobre el Poder Judicial.
La reforma busca acabar con el nepotismo y la corrupción que infectan al Poder Judicial, asegurando que los jueces sean siervos del pueblo y no de oligarcas y criminales.
Ibarra destaca que la reforma permitirá construir la paz y la prosperidad compartida, al eliminar la influencia de los partidos políticos en la justicia y al garantizar que las sentencias no sean instrumentos de presión política.
La reforma, según Ibarra, genera seguridad y certeza en el mundo, especialmente en Estados Unidos, al demostrar que en México el poder finalmente reside en el pueblo.
Ibarra concluye con un llamado al orgullo por la valentía del pueblo mexicano para desterrar el autoritarismo y reformar democráticamente el Poder Judicial.
Conclusión
Epigmenio Ibarra defiende la reforma del Poder Judicial como un paso fundamental hacia una democracia más profunda en México. Argumenta que la reforma es un reflejo de la voluntad popular y un avance hacia un sistema judicial más justo y transparente.
