Claudia Sheinbaum e IP, ¿Nueva relación?

El texto de Marco A. Mares del 15 de Octubre del 2024 analiza las primeras señales del gobierno de Claudia Sheinbaum en relación con el sector privado. El texto explora la dinámica entre el gobierno y los empresarios, destacando el cambio de enfoque respecto al gobierno anterior.

Resumen

• El gobierno de Sheinbaum está buscando fortalecer la relación entre el sector público y privado, a pesar de que las Asociaciones Público-Privadas (APP) siguen proscritas.
• Se han iniciado conversaciones con organizaciones empresariales, lo que representa un cambio positivo en la comunicación.
• Sheinbaum parece delegar la relación con el sector privado a su equipo de gobierno, pero mantiene un papel protagónico en eventos como el USA-Mexico CEO Dialogue.

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• Se están organizando mesas de trabajo para promover la inversión privada, a pesar del discurso oficial que enfatiza el perfil estatista.
• La secretaria de Energía, Luz Elena González, ha reiterado el compromiso del gobierno con la CFE y Pemex, pero también ha asegurado que se permitirá una participación ordenada de la inversión privada.
• El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, se ha mostrado más abierto a la inversión privada, reconociendo la necesidad de capital privado para expandir el uso de energía renovable y abordar los problemas de suministro y distribución de electricidad.
• Ebrard ha reconocido que el Estado no tiene los recursos suficientes para alcanzar los objetivos energéticos del gobierno, lo que abre la puerta a la participación privada.
• Sheinbaum tiene como objetivo generar el 45% de la energía de México con fuentes renovables para 2030, lo que requiere la participación del sector privado.

Conclusión

El texto sugiere que, a pesar de las señales iniciales de un enfoque estatista, el gobierno de Sheinbaum reconoce la necesidad de la inversión privada para alcanzar sus objetivos económicos y energéticos. El diálogo abierto con el sector privado y la organización de mesas de trabajo son señales positivas que podrían traducirse en un mayor flujo de inversión en el futuro. Sin embargo, aún es temprano para determinar el alcance real de la participación del sector privado en la economía mexicana.