El texto de José Xavier Navar del 12 de Octubre de 2024 explora la relación entre la nota roja mexicana y el cine, analizando cómo algunos criminales han pasado de las páginas de los periódicos a la pantalla grande, mientras que otros, a pesar de sus atrocidades, no han tenido la misma suerte.
Resumen
Navar destaca que muchos de los crímenes más famosos de México, como los perpetrados por Gregorio Cárdenas "Goyo", "El Estrangulador de Tacuba", las hermanas González Valenzuela, "Las Poquianchis", Adolfo de Jesús Contanzo, "El Padrino" de Matamoros o "El Narcosatánico" (con su socia, la sacerdotisa "Sara Aldrete"), Abdel Latif Sharif, "El Chacal de Ciudad Juárez", José Luis Calva Zepeda, "El Caníbal de la Guerrero", Juana Barraza Samperio, "La Mata Viejitas", "El Pozolero", "La Tamalera", entre otros, han sido retratados en el cine.
Sin embargo, muchos otros asesinos, como "Jack, el Mexicano", "El Coqueto", Daniel Arizmendi, "El Mochaorejas", "El Descuartizador de Coacalco", "El Chacal del Bordo de Xochiaca", "El Viudo Negro", Gumaro de Dios, "El Caníbal de Playa del Carmen", "El Asesino Serial de La Merced", "El Matachavitas", "El Ninja de Iztapalapa", "El Sádico", "El Feminicida de Atizapán", "La Matataxistas" y "Los Monstruos de Ecatepec", no han tenido la misma suerte.
Navar menciona la revista "Alarma!", una publicación mexicana conocida por su contenido amarillista, que documentaba crímenes y asesinatos.
El autor también critica a algunos investigadores de la nota roja, como Ricardo Ham, José Luis Duran King y Rafael Aviña, por su insistencia en que la Cineteca Nacional reconozca el cine bizarro mexicano, a pesar de la oposición de figuras como Alejandro Pelayo y Nelson Carro.
Finalmente, Navar menciona el nombramiento de Marina Stavenhagen como nueva directora de la Cineteca Nacional.
Conclusión
El texto de Navar ofrece una mirada crítica a la relación entre la nota roja mexicana y el cine, destacando la fascinación del público por las historias de crímenes y la influencia de la prensa amarillista en la construcción de la imagen de los criminales. También reflexiona sobre la importancia de reconocer el cine bizarro mexicano y la necesidad de un enfoque más amplio en la programación de la Cineteca Nacional.