El texto de Roberto Zamarripa publicado en Reforma el 9 de septiembre de 2024 analiza las consecuencias de la aprobación o rechazo de la reforma judicial en México. Zamarripa argumenta que, independientemente del resultado, la reforma ha generado una profunda división en el sistema político y la sociedad mexicana.
Resumen
La reforma judicial ha fracturado la Corte de manera irremediable. La mayoría de los ministros son considerados activistas y militantes, lo que dificulta su neutralidad en la toma de decisiones.
El debate sobre la reforma ha llegado a las aulas de derecho. Los jóvenes se han involucrado en la discusión, lo que representa un signo de vitalidad y una necesidad de participación ciudadana.
La desconfianza hacia el sistema judicial ha aumentado. La transparencia del sistema ha sido puesta en duda, lo que ha generado una mayor vigilancia ciudadana.
La aprobación de la reforma en el Senado sería un proceso desaseado y contaminado. La decisión en la Cámara de Diputados fue considerada patética y se cuestiona la legitimidad de la mayoría calificada obtenida.
La reforma constitucional obligaría a un trabajo detallado en las leyes secundarias. Esta sería una oportunidad para corregir los errores de la iniciativa oficial.
La aprobación de la reforma generaría un daño profundo en el sistema político. Se ha puesto en duda la integridad del Congreso, la Corte y los tribunales.
La decisión sobre la reforma judicial pende de un voto. El bloque oficial se ha puesto en una situación complicada al depender de un solo legislador.
La corrupción es un problema endémico en el sistema judicial. La reforma judicial es necesaria, pero el proceso legislativo desaseado contraviene el propósito de mejorar la justicia.
Conclusión
Roberto Zamarripa concluye que la reforma judicial es necesaria, pero el proceso legislativo ha sido desaseado y ha generado un daño profundo en el sistema político y la sociedad mexicana. Se requiere una estrategia para reparar lo afectado y avanzar hacia un sistema de justicia expedito y transparente.