El texto de Lilia Aguilar Gil del 20 de Septiembre del 2024 critica la reaparición del expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León en la escena pública, acusándolo de cinismo y de defender acciones que considera vituperables.
Resumen
Lilia Aguilar Gil considera que la reaparición de Zedillo en la escena pública para opinar sobre la reforma judicial es hipócrita, ya que su gobierno se caracterizó por acciones que considera dañinas para la democracia mexicana.
Aguilar Gil menciona como ejemplos de las acciones negativas de Zedillo su gestión durante el conflicto de Acteal, el rescate bancario de Fobaproa, el tráfico de influencias, la privatización de empresas públicas y el error de diciembre de 1994.
Aguilar Gil critica la opinión de Zedillo sobre la reforma judicial, calificándola de tardía, innecesaria y mentirosa.
Aguilar Gil recuerda que el gobierno de Zedillo se caracterizó por la privatización de empresas públicas, como los ferrocarriles, satélites, puertos, aeropuertos, exploración petrolera y distribución de gas natural, sistemas de agua potable, servicio de limpia y tratamiento de aguas residuales.
Aguilar Gil también critica la reforma al sistema de pensiones implementada por Zedillo, que eliminó el esquema de pensiones de 1973 y dejó al IMSS con finanzas sanas.
Aguilar Gil menciona que Zedillo cerró la SCJN por 30 días en 1995 y separó de su cargo a sus 26 ministros, lo que considera una "destrucción de la democracia".
Aguilar Gil critica que Zedillo reciba una pensión vitalicia del Banco de México por 131 mil 833 pesos mensuales.
Conclusión
Lilia Aguilar Gil considera que Ernesto Zedillo Ponce de León es un personaje que no merece ser escuchado, ya que su pasado como presidente está marcado por acciones que considera dañinas para la democracia mexicana.
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