Las filtraciones

El texto de Arturo Brizio, fechado el 2 de Septiembre de 2025, aborda un problema persistente dentro del gremio arbitral: las filtraciones de información interna y la falta de solidaridad entre sus miembros. A través de anécdotas y reflexiones, Brizio expone cómo estas prácticas socavan la confianza y el buen funcionamiento del arbitraje.

Un problema persistente dentro del gremio arbitral: las filtraciones de información interna y la falta de solidaridad entre sus miembros.

📝 Puntos clave

• El "chisme de lavadero" ha sido una constante en el arbitraje, incluso desde la época del padre de Arturo Brizio, Don Arturo Brizio Ponce de León.
• Muchos árbitros creen que al dar información a periodistas, estos serán más indulgentes en sus críticas.

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• Se relata un incidente previo al Mundial de Italia 90, donde una grabación filtrada de Alfonso González Archundia causó su destitución.
• Recientemente, Arturo Brizio recibió una grabación anónima de Fernando Hernández solicitando aclaraciones sobre el tiempo de inactividad de un juez por errores.
• Brizio considera esta filtración como una traición y la compara con los castigos más severos descritos por Dante Alighieri en la "Divina Comedia".
• Aunque identificar a los que esparcen rumores es difícil, encontrar a quien realizó la grabación ilegal debería ser una prioridad para restaurar la solidaridad gremial.

Lo malo y lo bueno 👎👍

¿Qué es lo más preocupante que revela el texto sobre el arbitraje mexicano?

La persistencia de las filtraciones y la falta de confianza entre los árbitros, lo cual sugiere un ambiente interno tóxico que dificulta el desarrollo y la mejora continua del gremio. La traición y la deslealtad parecen ser problemas arraigados que afectan la integridad del arbitraje.

¿Qué aspecto positivo, si es que hay alguno, se puede rescatar del texto de Arturo Brizio?

La voluntad de Arturo Brizio de abordar públicamente este problema y su llamado a restaurar la solidaridad y la conciencia gremial. Su intención de erradicar las filtraciones y promover un ambiente de mayor confianza entre los árbitros podría ser un primer paso para mejorar la situación.