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El texto de Carlos A. Pérez Ricart publicado el 19 de septiembre de 2024 en REFORMA explora la naturaleza macabra que se esconde tras la apariencia inocente de la Navidad en Venezuela, utilizando como ejemplo el villancico "Tun Tun".

Resumen

• Pérez Ricart compara la inocencia de los villancicos con la realidad de la represión en Venezuela, donde el gobierno de Nicolás Maduro utiliza la Operación Tun Tun para secuestrar y torturar a opositores.
• La Operación Tun Tun, que se caracteriza por allanamientos nocturnos sin orden judicial, se ha convertido en un símbolo de la violencia estatal en Venezuela.
• Diosdado Cabello, segundo al mando del gobierno, ha justificado públicamente la Operación Tun Tun, amenazando a los opositores con "más palo que un gato ladrón".
• La organización no gubernamental Provea estima que más de diez mil personas han sido asesinadas por cuerpos de seguridad del Estado entre 2014 y 2024, y registra 1,652 casos de tortura.
• Tras las elecciones del 28 de julio, la situación ha empeorado, con la organización Foro Penal registrando 1,619 detenciones entre el 29 de julio y el 31 de agosto.
• La Misión Internacional Independiente de Investigación sobre Venezuela de Naciones Unidas (MIV-ONU) ha publicado un informe que detalla los actos de tortura, violencia sexual y tratos crueles contra opositores en el marco de la Operación Tun Tun.
• Pérez Ricart critica la postura de la Cancillería de México frente a la crisis en Venezuela, acusándola de condescendiente y omisa.
• A pesar de haber exigido la transparencia de las elecciones, la Cancillería ha adoptado una postura pasiva, prefiriendo ignorar la situación en Venezuela.
• Pérez Ricart argumenta que la política de no intervención no justifica el silencio de México, ya que el gobierno ha actuado con decisión en otras crisis en la región.

Conclusión

Pérez Ricart utiliza el villancico "Tun Tun" como metáfora para denunciar la represión en Venezuela, donde la apariencia de inocencia oculta una realidad brutal. Critica la pasividad de la Cancillería de México frente a la crisis, argumentando que la política de no intervención no debe ser un pretexto para ignorar las violaciones de derechos humanos.