El texto de Salvador García Soto, publicado el 12 de septiembre de 2024, analiza las motivaciones detrás de la reforma al Poder Judicial impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Resumen
López Obrador busca un doble blindaje: primero, para él mismo, evitando ser acusado o procesado por jueces y ministros independientes una vez que deje el poder; y segundo, para su sucesora, Claudia Sheinbaum, protegiéndola de cualquier obstáculo o acusación por parte de un sistema judicial controlado por su movimiento político.
La idea de eliminar la autonomía del Poder Judicial y la Suprema Corte para reemplazarlos con jueces politizados y manipulables proviene de su amigo Luiz Inácio Lula Da Silva, actual presidente de Brasil.
Lula le advirtió a López Obrador sobre el peligro de los jueces, basándose en su propia experiencia en Brasil, donde fue investigado por corrupción tras dejar el poder.
El Poder Judicial brasileño procesó a Lula y a su sucesora, Dilma Rousseff, por corrupción, lo que llevó a la detención de Lula y la destitución de Rousseff.
López Obrador encontró el pretexto perfecto para atacar al Poder Judicial en la falta de experiencia política y tacto de la ministra presidenta Norma Piña.
Durante la presidencia de Arturo Zaldívar en la Corte, López Obrador no necesitó aplicar su plan porque Zaldívar se convirtió en su lacayo, obedeciendo sus órdenes a través de su consejero jurídico, Julio Scherer.
Tras el desaire público de Norma Piña a López Obrador, éste puso en marcha su plan para destruir la autonomía del Poder Judicial.
Conclusión
El texto de García Soto expone una visión crítica de la reforma al Poder Judicial, argumentando que López Obrador busca controlar el sistema judicial para protegerse a sí mismo y a su sucesora de posibles acusaciones y asegurar la continuidad de su proyecto político. La influencia de Lula Da Silva y la experiencia brasileña son elementos clave en la estrategia de López Obrador.
