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Introducción

El texto de Erik Del Ángel Landeros del 23 de agosto de 2024 analiza el impacto de los mega-eventos deportivos en la diplomacia deportiva de los países. El autor explora cómo estos eventos, como los Juegos Olímpicos y los Mundiales, sirven como una plataforma para proyectar la imagen de las naciones participantes, tanto positiva como negativamente.

Resumen con viñetas

• Los mega-eventos deportivos son una herramienta poderosa para la diplomacia deportiva, permitiendo a los países mostrar su fortaleza, cultura e imágenes positivas al mundo.
• Las ceremonias de inauguración y clausura son oportunidades para transmitir mensajes clave al mundo y a la sociedad del país anfitrión.
• La alta exposición mediática y en redes sociales de estos eventos permite a las naciones participantes proyectarse internacionalmente a través de sus equipos y atletas.
• Las acciones negativas o criticables durante estos eventos pueden afectar la imagen de los países, como se vio en el caso del atleta estadounidense Shelby McEwen.
• La posición en el medallero olímpico es un indicador de orgullo nacional y puede generar nuevas ideas sobre los países en el público extranjero.
• El texto destaca el caso de Australia, que ha implementado una estrategia de diplomacia deportiva para mejorar su presencia en el mundo, incluyendo la organización de mega-eventos como la Copa Mundial Femenina de Fútbol de 2023 y los Juegos Olímpicos de 2032 en Brisbane.
• El autor también menciona el caso de Corea del Sur, que ha utilizado la diplomacia pública y herramientas como el K-pop y el K-Drama para generar soft power y mejorar su imagen internacional.
• El texto concluye que los mega-eventos deportivos pueden ser una herramienta efectiva para la diplomacia deportiva, pero es importante que los países sean conscientes de las posibles consecuencias negativas de las acciones de sus atletas y representantes.

Palabras clave

• Diplomacia deportiva
• Mega-eventos deportivos
• Imagen nacional
• Soft power
• Medallero olímpico