Asústame, panteón, con Neil Gaiman y J.K. Rowling (o por qué amo a los monstruos)

El texto de Concepción Moreno, fechado el 14 de Julio de 2025, explora la compleja relación entre la admiración por la obra de artistas problemáticos y la conciencia de sus acciones reprobables. A través de una reflexión personal, la autora plantea interrogantes sobre la cancelación, la complicidad y la necesidad de matizar nuestras opiniones sobre figuras públicas.

Un dato importante del resumen es la reflexión sobre si disfrutar de la obra de artistas con conductas reprobables nos convierte en cómplices de sus actos.

📝 Puntos clave

• La autora reflexiona sobre la dificultad de separar la obra del artista, especialmente cuando este ha cometido actos reprobables.
• Se mencionan ejemplos concretos como J.K. Rowling y Neil Gaiman, analizando el impacto de sus acciones en la percepción de su trabajo.

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• Se plantea la cuestión de si "cancelar" a un artista nos hace mejores personas o si admirarle nos hace ciegos a sus defectos.
• Se introduce el libro "Monster: a fan’s dilemma" de Claire Dededer, que aborda el dilema de admirar a artistas con comportamientos cuestionables.
• La autora concluye que no hay héroes impolutos y que ser un público adulto implica entender esta realidad.
• Se destaca la importancia de matizar las posiciones y no caer en simplificaciones maniqueas.
• La autora decide quedarse con las palabras de Gaiman, a pesar de sus acciones, y reconoce el temor al juicio ajeno.

Lo malo y lo bueno 👎👍

¿Qué es lo más negativo que se desprende del texto?

La dificultad de reconciliar la admiración por la obra de un artista con la decepción y el rechazo que generan sus acciones reprobables. La traición de Rowling a sus lectores trans y las acusaciones contra Gaiman generan un conflicto interno en la autora y en el público en general.

¿Qué es lo más positivo que se desprende del texto?

La invitación a la reflexión y al debate sobre la complejidad de la relación entre el artista y su obra. La autora anima a matizar las opiniones, a evitar simplificaciones y a reconocer que no hay héroes impolutos. Se destaca la importancia de no dejarse llevar por la "cultura de la cancelación" y de mantener una postura crítica y reflexiva.