¿Todavía usan Tinder?

El texto de Jonathan Ruiz, fechado el 27 de Junio de 2025, analiza la caída en el valor de Match Group, la empresa matriz de Tinder, y explora las razones detrás de este declive, centrándose en el cambio de preferencias de las nuevas generaciones hacia formas más tradicionales de conocer gente.

La Generación Z prefiere conocer gente en persona y a través de amigos en común, lo que impacta negativamente en el valor de Match Group.

📝 Puntos clave

• El artículo comienza con una anécdota sobre una pareja que se conoció a través de Tinder hace 10 años, contrastando con la situación actual de la plataforma.
• Match Group, propietaria de Tinder, ha experimentado una significativa pérdida de valor en los últimos años, pasando de 44 mil 600 millones de dólares en 2021 a 7 mil 756 millones de dólares actualmente.

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• La Generación Z muestra una preferencia por conocer gente en persona, participando en eventos y clubes sociales, y valorando la seguridad al conocer gente.
• La fatiga de las aplicaciones de citas y la preocupación por la seguridad en línea son factores que impulsan a los jóvenes a buscar relaciones fuera de las plataformas digitales.
• El autor sugiere que el futuro de Match Group podría estar en enfocarse en nichos de mercado, como la comunidad LGBTQ+, donde las citas en línea siguen siendo populares.
• El texto concluye con una nota de esperanza, destacando el valor de la socialización en persona en una era dominada por lo digital.

Lo malo y lo bueno 👎👍

¿Qué aspecto negativo se destaca en el texto sobre el futuro de las relaciones y las aplicaciones de citas?

La principal crítica es la superficialidad y la naturaleza distópica de las aplicaciones como Tinder, donde las personas son juzgadas principalmente por su apariencia física. Esto promueve un mundo donde lo intangible (como la personalidad y los valores) pierde valor frente a la imagen.

¿Qué aspecto positivo resalta el autor sobre el cambio en las preferencias de las nuevas generaciones?

El autor encuentra esperanza en el hecho de que las nuevas generaciones estén regresando a la socialización en persona, valorando las conexiones genuinas y las experiencias compartidas en el mundo real. Esto sugiere un cambio hacia relaciones más auténticas y significativas.