Impuesto Remesas y Movilidad Social

Este texto, escrito por Enrique Díaz-Infante Chapa el 18 de junio de 2025, analiza el impacto potencial de un nuevo impuesto del 3.5% a las remesas enviadas a México, propuesto en un proyecto de ley fiscal en Estados Unidos. El autor examina las consecuencias socioeconómicas de esta medida, especialmente para los hogares más pobres en México.

El impuesto a las remesas podría reducir hasta 2,000 millones de dólares los envíos hacia México en 2025.

📝 Puntos clave

• La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley fiscal que incluye un impuesto del 3.5% a las remesas.
• México es el segundo receptor de remesas a nivel mundial, recibiendo 64,745 millones de dólares en 2024, equivalente al 3.5% del PIB.

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• Aproximadamente 4.5 millones de hogares mexicanos, beneficiando a 11.1 millones de personas, reciben remesas, principalmente en los estados de Jalisco, Michoacán y Guanajuato.
• El impuesto encarecería el costo de los envíos, incentivando el uso de canales informales y afectando la inclusión financiera.
• El impuesto es regresivo y afectaría negativamente el crecimiento económico incluyente y la movilidad social.
• Se espera una reducción en la inversión, el comercio y el crecimiento económico en México.
• El Banco de México prevé un crecimiento económico casi nulo para México en 2025 y 2026.

Lo malo y lo bueno 👎👍

¿Qué es lo más negativo que se desprende del análisis de Enrique Díaz-Infante Chapa?

La principal consecuencia negativa es el impacto desproporcionado que este impuesto tendría en los hogares más vulnerables de México, limitando su capacidad de inversión en salud, educación y vivienda, y obstaculizando la movilidad social. Además, se prevé un impacto negativo en el crecimiento económico general del país.

¿Qué aspecto, si lo hay, podría considerarse positivo o al menos menos perjudicial en la situación descrita por Enrique Díaz-Infante Chapa?

No se identifican aspectos positivos directos. Sin embargo, la discusión y el análisis del impacto potencial de este impuesto podrían generar conciencia y movilizar esfuerzos para mitigar sus efectos negativos, buscando alternativas para apoyar a las familias que dependen de las remesas.