Resumen del Artículo

- El debate presidencial del 7 de abril será un espectáculo sin impacto real en las intenciones de voto.
- Los partidarios de los candidatos manipularán las redes sociales para apoyar o atacar a sus candidatos.
- Los debates ya no son herramientas informativas, sino plataformas para legitimar creencias preexistentes.
- La información proporcionada en los debates no es relevante para la mayoría de los votantes.
- Los "spots" publicitarios también han perdido su eficacia.
- Los esquemas de comunicación electoral deben replantearse, pero los intereses políticos lo impiden.
- El debate será un entretenimiento, pero no cambiará los resultados electorales.

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