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El texto de Leticia Robles De La Rosa, fechado el 21 de marzo de 2025, reflexiona sobre la situación de violencia en México, tomando como punto de partida un estudio realizado en 2014 sobre las colonias más violentas del país. La autora establece una conexión entre las problemáticas identificadas en ese entonces y la realidad actual, donde comunidades enteras se han acostumbrado a vivir bajo el yugo del crimen organizado.

Un dato importante es la persistencia de la violencia y la impunidad en ciertas regiones de México, a pesar de los esfuerzos gubernamentales.

Resumen

• En 2014, el gobierno de Enrique Peña Nieto identificó 3,234 colonias como las más violentas del país, destinando 2,400 millones de pesos a través de 16 programas para mejorar sus condiciones.
• El estudio, realizado por Roberto Campa Cifrián y bajo la responsabilidad de Lucila Guerra, reveló altas tasas de delitos como robo sin violencia y agresión sexual en estas colonias, superando significativamente la media nacional. Se mencionan ejemplos específicos en ciudades como Othón P. Blanco, Mexicali, Tijuana, Durango, la delegación Cuauhtémoc, y Cuernavaca.
• El estudio también evidenció carencias en vivienda, alta deserción escolar en secundaria y un elevado número de embarazos tempranos.
• La autora lamenta la falta de información sobre el impacto de las intervenciones en estas colonias a lo largo de los 11 años transcurridos desde el estudio.
• Se destaca la situación en localidades alejadas de las cabeceras municipales en estados como Guerrero, Zacatecas, Veracruz, Durango, Sinaloa, Jalisco, Michoacán, Morelos, Baja California, Sonora y Tamaulipas, donde la convivencia con el crimen se ha normalizado.
• Se presenta el testimonio de un joven de Río Grande, Zacatecas, quien relata cómo los grupos criminales exigen pagos por "permisos" para realizar fiestas o velar a los muertos, con consecuencias devastadoras para quienes no pueden pagar.
• La autora critica la inacción de las autoridades municipales, estatales y federales ante esta situación.
• Se sugiere que esta normalización de la violencia podría explicar la falta de denuncia ante atrocidades como las ocurridas en el rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco.

Conclusión

• El texto denuncia la persistencia de la violencia y la impunidad en México, evidenciando la necesidad de abordar las causas profundas de la criminalidad y fortalecer el estado de derecho en las comunidades más afectadas.
• La autora hace un llamado a la reflexión sobre la normalización de la violencia y la importancia de no permanecer indiferentes ante las atrocidades que ocurren en el país.
• Se subraya la urgencia de que las autoridades tomen medidas efectivas para proteger a la población y garantizar su seguridad.