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Este texto de Carlos Elizondo Mayer-Serra, publicado en Reforma el 16 de marzo de 2025, analiza la situación financiera de Pemex y las políticas gubernamentales implementadas para "rescatar la soberanía" en el sector energético. El autor critica la estrategia de centralización y la falta de rentabilidad de la empresa estatal, señalando que las inversiones masivas no han logrado fortalecerla.

Un dato importante es que en 2024, Pemex tuvo una pérdida neta de 621 mil millones de pesos.

Resumen

• El artículo se publica en el contexto del 87 aniversario de la expropiación petrolera, recordando la decisión de Lázaro Cárdenas en 1938.
• El gobierno actual busca "rescatar la soberanía" controlando todo el proceso de extracción, refinación y venta de hidrocarburos, lo cual ha resultado costoso.
• Pemex recibió apoyos por 2.2 billones de pesos en el sexenio anterior sin mejorar su situación financiera.
• En 2024, Pemex tuvo pérdidas de operación por casi 16 mil millones de pesos, incluso antes de pagar impuestos o servicio de la deuda.
• Pemex Transformación Industrial (TRI) tuvo un rendimiento bruto negativo de 215 mil millones de pesos en 2024, lo que significa que le cuesta más refinar que el precio al que vende los productos.
• La inversión en Pemex aumentó de 96 mil millones de pesos en 2018 a cerca de 200 mil millones de pesos en promedio en los últimos tres años, incluyendo la inversión en Dos Bocas.
• La producción de líquidos de Pemex disminuyó de 1.62 millones de barriles diarios en 2018 a 1.34 millones en 2024 y 1.23 millones en enero de 2025, lejos de la meta de 2.69 millones establecida en el Plan de Negocios de 2019.
• El gobierno planea centralizar el sector en Pemex, convirtiéndola en una empresa pública que no busca ganar dinero y no será considerada monopolio.
• Se busca inversión privada en exploración y producción, pero con reglas discrecionales y con Pemex como socio en la mayoría de los casos.

Conclusión

• La estrategia gubernamental de centralizar el sector energético en Pemex y buscar inversión privada con condiciones desfavorables parece contraproducente.
• La situación financiera de Pemex es preocupante, con pérdidas significativas y una producción que no cumple con las metas establecidas.
• El futuro del sector energético en México es incierto, con políticas que parecen no estar resolviendo los problemas de fondo de Pemex.