La ONU y las mujeres: grotesco

El texto de Esther Shabot, fechado el 15 de Marzo de 2025, reflexiona sobre la incongruencia de que Arabia Saudita haya encabezado la Comisión de Derechos de las Mujeres de la ONU, dado su historial de opresión hacia las mujeres. La autora critica la disfuncionalidad de la ONU y la prevalencia de intereses económicos y geopolíticos sobre la defensa de los derechos de las mujeres.

El nombramiento de Arabia Saudita como líder de la Comisión de Derechos de las Mujeres de la ONU es comparado con darle a Drácula las llaves de un banco de sangre.

Resumen

• La autora critica que Arabia Saudita, un país con un historial de opresión hacia las mujeres, haya encabezado la Comisión de Derechos de las Mujeres de la ONU.
• Señala la disfuncionalidad de la ONU debido a su estructura obsoleta, burocracia y corrupción.

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• En Arabia Saudita, las mujeres siguen siendo discriminadas y sujetas a la autoridad de sus "guardianes" masculinos.
• Activistas feministas sauditas son detenidas arbitrariamente por manifestarse a favor de mayores libertades. Ejemplos: Salma al-Shehab fue sentenciada a 27 años de prisión y Manahel al-Otaibi fue acusada de terrorismo y sentenciada a 11 años de prisión.
• El liderazgo saudita en la Comisión de la ONU blindó al régimen de Muhamad Bin Salman contra condenas por sus prácticas opresivas.
• Los intereses económicos y geopolíticos prevalecen sobre la lógica de la agenda feminista en la ONU.
• Países como Irán, Yemen, Pakistán y la República Democrática del Congo, al igual que Arabia Saudita, no han sido objeto de resoluciones condenatorias por su violencia contra las mujeres.

Conclusión

• La selección de miembros para organismos de derechos humanos debería basarse en la trayectoria de los candidatos, pero la realidad es diferente.
• El texto denuncia la hipocresía y la ineficacia de la Comisión de Derechos de las Mujeres de la ONU al permitir que países con historiales de opresión lideren la defensa de los derechos de las mujeres.
• La autora lamenta que los intereses políticos y económicos a menudo prevalezcan sobre la verdadera defensa de los derechos humanos.