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Este texto de Esther Shabot, escrito el 8 de febrero de 2025, analiza las consecuencias de la caída del régimen de Bashar al Assad en Siria para la estrategia geopolítica de Rusia. El texto explora las acciones de Rusia para mitigar las pérdidas derivadas de este cambio de régimen y las posibles reacciones del nuevo gobierno sirio.

Dato importante: La retirada de tropas rusas de Siria, concentrándose en tres bases militares, marca una disminución significativa de la influencia rusa en la región.

Resumen

• La caída del régimen de Bashar al Assad ha debilitado significativamente la posición de Rusia en Oriente Medio.
• Rusia ha retirado la mayoría de sus tropas de Siria, concentrándolas en Tartús, Khmeimim y Qamishli.
• Rusia ha intentado adaptarse a la nueva situación, reconociendo al nuevo gobierno sirio encabezado por Ahmed al Sharaa.
• Rusia ha dejado de calificar a los rebeldes sirios como terroristas y busca integrarlos al foro BRICS+.
• Rusia busca mitigar las pérdidas ofreciendo apoyo en materia de trigo y energía al nuevo régimen sirio.
• El nuevo gobierno sirio enfrenta una situación ambivalente: la necesidad de apoyo ruso contra la memoria de los bombardeos rusos durante el régimen de Assad.
• La búsqueda de legitimidad internacional por parte del nuevo gobierno sirio podría llevarlo a distanciarse de Rusia.
• La pérdida de influencia en Siria representa un golpe para Rusia, especialmente considerando su situación en Ucrania.

Conclusión

• La caída del régimen de Assad ha supuesto una pérdida estratégica importante para Rusia en Oriente Medio.
• La capacidad de Rusia para mantener su influencia en Siria es incierta y depende de las negociaciones con el nuevo gobierno.
• La situación en Siria se suma a los desafíos que Rusia enfrenta en Ucrania, intensificando su desgaste político y militar.
• El futuro de la relación entre Rusia y Siria dependerá de la capacidad de Rusia para equilibrar sus intereses con las necesidades y aspiraciones del nuevo gobierno sirio.