Este texto, escrito por Cecilia Soto el 9 de diciembre de 2024, reflexiona críticamente sobre la política exterior de no intervención de México, contrastándola con la realidad de situaciones de opresión y violencia en diferentes partes del mundo. La autora utiliza una anécdota personal como punto de partida para desarrollar su argumento central.
Resumen:
Una conversación con la esposa del embajador rumano en Brasilia sobre la vida bajo el régimen comunista de Ceaucescu la impactó profundamente. La frase "sálvenos por favor" la confrontó con la postura antiintervencionista de México.
La autora cuestiona la creencia en la capacidad inherente de los pueblos oprimidos para liberarse solos, especialmente cuando enfrentan opresores con superioridad militar. Cita ejemplos como la situación de las mujeres en Afganistán e Irán, la violencia en Palestina, el fraude electoral en Venezuela, la dictadura en Cuba, y la guerra en Ucrania.
Critica la inacción de la comunidad internacional, ejemplificada por la ineficacia de las declaraciones de la ONU, frente a las crisis humanitarias. Señala la falta de una respuesta contundente de Estados Unidos bajo el gobierno de Obama ante las atrocidades del régimen de Assad en Siria, lo que contribuyó a la crisis migratoria europea de 2015-2016.
La autora argumenta que la intervención no necesariamente implica intervención militar, sino también la denuncia pública, la solidaridad y la presión política. Critica la pasividad de México ante situaciones como el fraude electoral en Venezuela, las presiones a la embajada argentina en Caracas, y la influencia rusa en México.
Concluye que México, aunque no tenga el peso político para intervenir en Oriente Medio, sí puede y debe actuar con mayor firmeza en América Latina y en temas relacionados con los derechos de las mujeres.
Conclusión:
La postura antiintervencionista de México, aunque basada en principios históricos y de derecho internacional, puede resultar en una indiferencia peligrosa ante el sufrimiento humano.
La autora aboga por una política exterior más activa y comprometida con la defensa de los derechos humanos y la justicia social, incluso si esto implica desafiar la tradición de no intervención.
Se necesita una reevaluación de la política exterior mexicana para que sea más efectiva en la protección de los derechos humanos y la condena de las violaciones a los mismos a nivel internacional.