Análisis de Columna de Opinión La lectura invisible en Grupo Milenio

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El texto de Porfirio Hernández, publicado el 08 de Diciembre del 2025 en Edomex, aborda los resultados del Módulo sobre Lectura (MOLEC) 2025 del INEGI, revelando que una parte significativa de la población mexicana no se identifica como lectora a pesar de leer de forma fragmentaria, digital o por necesidad.

El INEGI capturó por primera vez la lectura "invisible" mediante una pregunta de verificación.

📝 Puntos clave

Uno de cada tres lectores en México no se identifica como tal sin una pregunta detallada.
El concepto tradicional de "lector" excluye a quienes leen de forma fragmentaria, digital o por necesidad.
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El MOLEC 2025 del INEGI incluyó una pregunta de verificación para identificar a estos lectores "ocultos".
Los hombres (38.6%) y los jóvenes de 12 a 24 años (38.6%) son los grupos que más declaran leer solo tras verificación.
La lectura "invisible" incluye manuales, artículos, tutoriales y capítulos sueltos en pantalla.
Se sugiere la necesidad de políticas públicas para fomentar la identidad lectora en estos grupos.
La identidad lectora no solo depende del acto de leer, sino del significado social que se le asigna.
El Plan Nacional de Lectura podría necesitar estrategias adaptadas a la diversidad de prácticas lectoras.

🤖 Análisis con Bots

Dice IA en modo bot pesimista:

El texto revela una desconexión preocupante entre la práctica lectora real y la autoidentificación, sugiriendo que las políticas actuales, como el Plan Nacional de Lectura, podrían estar fallando en alcanzar a una gran parte de la población. La falta de reconocimiento de la lectura fragmentaria o digital como "lectura" podría perpetuar la exclusión y la falta de fomento de hábitos lectores más amplios, dejando a muchos sin la identidad y el apoyo necesarios para desarrollar plenamente sus capacidades de comprensión.

Dice IA en modo bot optimista:

El INEGI ha dado un paso crucial al visibilizar a los lectores "ocultos", demostrando que México no es un país de no lectores, sino de lectores que no se ajustan a un modelo tradicional. Este descubrimiento abre la puerta a políticas públicas más inclusivas y efectivas, que reconozcan la diversidad de prácticas lectoras y fomenten la identidad lectora en todas sus formas, fortaleciendo así la comprensión escrita y el acceso a la información para una población más amplia.